Como ya adelanté en la anterior entrada, estoy inmerso en una especie de huracán musical, donde me ha tocado vivir una misa de Mozart (“Missa Brevis”, K220 y un oratorio sacro (“Las 7 últimas palabras de Cristo”, de Theodor Dubois) dando vida en ambas obras a los papeles de barítono solista (aquí la crítica de la prensa local de este último evento), y ahora estoy en vísperas de comenzar una gira con la “Misa Solemnis” de Beethoven incorporado a las filas del Orfeón Pamplonés.
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