Agua Vaaaaaaaaaaa…

Salta a la vista el despropósito que vivimos en este loco «primer mundo», en el que las injusticias campan a sus anchas. Es bien sabido que, a diferencia de lo que ocurre con la comida (que podemos resistir sin comer varias semanas), sin agua un organismo no puede sobrevivir sino unos días…

Y ahí tenemos a una gran parte de la población mundial (900 millones de personas sin agua potable y más de 2.600 millones sin saneamiento adecuado) sometida a una escasez de tintes dramáticos, más aún cuando en esta parte del mundo despilfarramos el agua de manera totalmente inconsciente.

Días atrás, recibí un mensaje de «Actuable» en el que se comentaba que la fecha 15 de Octubre había sido elegida para hablar, compartir ideas…, en el mundo bloguero, sobre el tema del Agua.

He estado bastante ocupado estos últimos días y no he podido sumar mi blog a la iniciativa hasta ahora, pero me parece que es un tema que tiene la suficiente envergadura como para hablar de él continuamente, como si fuéramos moscas «cojoneras» hasta que podamos encauzar acciones que desemboquen en algo positivo como para remediar la injusticia flagrante que la Humanidad en su conjunto (a la que pertenecemos tú y yo) estamos cometiendo frente a unos seres humanos que lidian a diario con la extrema necesidad de suministrarse la dosis mínima necesaria del liquido elemento, y que la única «culpa» que tienen es haber nacido en la más absoluta de las pobrezas en una zona geográfica de la que no pueden salir…

En esta iniciativa se invitaba a ofrecer diversas visiones sobre el tema, aportar datos…, y ahí podemos ver qué es eso de la «huella hídrica«, la contaminación de los ríos en España, la incidencia de la escasez de agua en la gestación de conflictos armados, la escandalosa cifra en volumen de agua que se extrae de los acuíferos para encarecer y lucrarse unas pocas multinacionales del negocio del agua embotellada…


¿Cómo es posible que el agua que extraen de forma tan brutal (por excesiva) y tan barata de las reservas de la profundidad de la Tierra, se convierta en un producto final con un precio 1.000 veces superior al de origen? (y sabemos que del coste total del agua embotellada, más del 90% es debido al embotellado, transporte, distribución y el «marketing» consiguiente) ¿Quién les ha dado competencia para que se hagan dueños de algo, el agua, que si corriera por la superficie sería de dominio público, no privado? ¿Por qué nadie se queja del precio del agua embotellada cuando cuesta más que la gasolina? Por lo menos, a la gasolina el Estado se le recarga su precio con unos impuestos (por otra parte, abusivos, por lo menos en España) que van a servir para ofrecer servicios sociales a la población…

¿A dónde van a parar los beneficios del agua embotellada? Pues a una serie de empresas multinacionales bien conocidas (Danone, Nestlé, Coca-Cola, Pepsi-Cola: los cuatro jinetes del Apocalipsis…) junto a la Industria Petrolera (British P., ExxonMobile, Shell…) y Petro-Química, dado que los envases son fabricados con plásticos derivados

directamente del petróleo (los PET y compañía…).


Y una pregunta colateral: ¿y qué pasa con los envases tras su uso? Que el 87% va a ser puro desperdicio, se acumulará en cualquier sitio o se incinerará, pues actualmente que sólo el 13% se recogen para reciclar. ¿Cómo es posible semejante dislate? ¿Cuántos millones de barriles de petróleo tiramos a la basura directamente tras haberlos transformado en unos plásticos que van a tardar una pila de años en degradarse (cuántos años quién lo sabe…, se calcula entre 100 y 1.000 años).

Las organizaciones que están sensibilizadas con este tema proponen concienciar a la población para que dejen el «esnobismo» a un lado y velen por preservar la Naturaleza con una pinta más «natural», minimizando el consumo de agua envasada y bebiendo del agua de la conducción pública.

No digo yo, y también es de sentido común, que en situaciones límite (verano, zonas costeras con aguas de deficiente calidad…) no se pueda usar este producto; pero, en el resto de situaciones, ¿por qué no asumir que comprar un botellín de agua es hacer un flaco favor a nuestro planeta, a la vez que a nuestro bolsillo?

Aquí, en España, por lo menos, más del 98% del agua envasada tiene su origen en aguas subterráneas, cosa que en EE.UU. se venden como agua embotellada «maravillosamente pura» agua que proviene del servicio público de aguas y posteriormente filtrado o purificado (con sistemas de ósmosis inversa) y que fácilmente puede estar contaminada: según la NRDC (Natural Resource Defense Council) las instalaciones embotelladoras de agua pueden ser inspeccionadas cada 5 ó 6 años, mientras que el Servicio de Aguas de una ciudad como San Francisco controla más de 100.000 veces cada año la salubridad de las aguas de la red pública (y eso no impide que haya problemas de salubridad en sus aguas: E. Coli, metales pesados…).

Hay material en la red como «para parar un tren». Existen asociaciones que promueven la concienciación del consumidor (por ejemplo, ésta canadiense), este artículo publicado en el diario El País, consejos para ahorrar agua (y aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí…)…

El aumento en la producción y consumode este producto es increíble:

  • 1970: 900 millones de litros.
  • 1980: 1.900 millones de litros.
  • 2000: 84.000 millones de litros.
  • 2004: 154.000 millones de litros.
  • 2010: 200.000 millones de litros.


Es interesante observar el poder de la Industria para que llegue a legislarse en Europa la posibilidad de que, ante la cada vez mayor escasez, las aguas de manantial sean tratadas con Aluminio (tóxico para el ser humano), como sustancia floculante («atrapador» de sustancias disueltas en el agua), para retirar el exceso de Flúor que impide que estas aguas sean envasadas y comercializadas para consumo humano. Está visto que lo único que importa es el vil metal, el negocio de unos pocos…

Salud para ti y los tuyos.

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