Aprendiendo Diseño Humano (3)

En este siguiente capítulo en la descripción de las bases del Diseño Humano, voy a dar un repaso a los grandes tipos en los que nos agrupamos los seres humanos, según la perspectiva de Diseño Humano, a la hora de mostrarnos en nuestras maneras de funcionar cotidianas.

Ni que decir tiene que se trata de un mero acercamiento a esa realidad y que no pretende encajonar al ser humano en una cárcel predestinada de la que no pueda salir.

Nuestro libre albedrío nos da la posibilidad de conducir nuestra vida por las carreteras que elijamos, aunque un vehículo «todo terreno» se sentirá más cómodo y cumplirá mejor su función cuando lo utilicemos en caminos o monte a través, donde un utilitario se descacharraría por completo…

Siempre, por lo tanto, vamos a tener la posibilidad de elegir cómo vivir, pero también tendremos que asumir las consecuencias de nuestras decisiones: tanto las voluntarias y conscientes como las involuntarias e inconscientes, pasando por las voluntarias e inconscientes…

Una de las cosas que Diseño Humano afirma constantemente es la necesidad de seguir fielmente la mecánica característica de nuestro tipo. La diferencia en la sensación interna y en la eficacia de nuestros movimientos es notoria. No es una simple teoría, es un conjunto de informaciones que se constatan en la realidad de cada persona.

Si os entra la curiosidad sobre vuestro propio mapa o los de las personas más cercanas y queréis obtener la información, sabed que podéis contactar conmigo (a través de la pestaña de «Contacto» en la cabecera del blog) y solicitar una lectura personalizada de alrededor de hora y media de duración. En la página principal del blog, en la columna lateral de la derecha lo explico, en la ventana con el título «Hazte un regalo».

Aquí os dejo el siguiente vídeo de la serie.

Salud para ti y los tuyos.