Atención a los Alimentos
Mientras estaba recogiendo información de cara al guión de una próxima charla sobre alimentos transgénicos, he recibido por correo (gracias Rebeca, gracias Lourdes) un mensaje alertando sobre un producto que el consumidor español se ha puesto a comprar como loco en los últimos tiempos: un pescado llamado Panga.
Su nombre me suena a desconocido (quizá porque no suelo frecuentar las pescaderías); y, si intento encontrar alguna relación con algo conocido, me viene «Pongo», el papá de los 101 dálmatas… Fuera bromas, la cosa no tiene desperdicio.
El mensaje recibido relata las lindezas que los peces de esta especie traen en su interior: metales pesados tóxicos (mencionan el arsénico de origen industrial), pesticidas o sus derivados (DDT, PCB…), aparte de que estos bichos son alimentados en sus granjas de origen en Vietnam (río Mekong, altamente contaminado) con otra caterva de lindezas…
He indagado un poco en la red sobre el tema y los primeros ecos en España los veo en Agosto de 2008, refiriéndose a una noticia de mediados de Julio. El caso es que, ante las protestas del sector pesquero gallego, se detectaron en varias muestras (6 de 8, ojo al dato) del citado Panga presencia de bacterias causantes de la Listeriosis y del Cólera. No habla nada de presencia de pesticidas. Lo que no sé es si había rastro de ellos o no se buscaron (en los análisis sólo se puede encontrar lo que se busca).
En Septiembre de 2008 sale en prensa que el eurodiputado español (PP) Daniel Varela había interpelado a la Comisaria de Pesca, Androulla Vassiliou sobre el tema. La Comisaria garantizó al eurodiputado que la Comisión Europea prohibirá la importación de este pescado, atención, «si se detectan problemas sanitarios», indicando que las autoridades comunitarias intensificarán las inspecciones «en caso necesario»…
El caso es que la progresión en la venta de panga en España es imparable: 41.868 toneladas en 2005, 83.413 en 2006, 101.016 en 2007, 121.863 en 2008, 89.482 en los primeros 8 meses de 2009, según datos de los exportadores vietnamitas, obtenidos en el Foro dos Recursos Mariños, celebrado en O’Grove, donde el Dr. Nguyen Huu Dzung, Vicepresidente de la Asociación de Exportadores y Productores de Pescados y Mariscos de Vietnam, ofreció su ponencia titulada «El caso del panga y sus oportunidades en España».
De todas formas, la Consejería de Salud de Galicia, quitó leña al tema y lanzó sus dudas sobre si la contaminación bacteriana de esas muestras fuera producto de su incorrecta manipulación, dado que sus controles no habían detectado ninguna anomalía… Continúan diciendo que no hay necesidad de nuevos controles dado que «no hay nada que indique un problema de seguridad alimentaria».
Está visto que, para estos representantes de la Administración, no basta la sospecha de contaminación de partidas para aumentar la exhaustividad en los controles de la Inspección, sino que hay que esperar la venida de un problema de contaminación franca de la población…
Bueno, pues, recientemente (4 Marzo 2010), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), saca a la luz uno de sus estudios de campo en el que sentencia: «La OCU recomienda no consumir panga y perca por tener restos de pesticidas y mercurio». En cuatro de las 23 muestras de panga se encontró Trifluorarina, un herbicida prohibido en Europa, y en nueve de las 29 muestras de ambos pescados se encontró mercurio, aunque en dosis por debajo de las cifras límite recomendadas.
(Como opinión personal, creo que la Administración establece unas cifras permisibles de mercurio en los alimentos porque si no, en el caso de pescados, sería necesaria la prohibición de su pesca y consumo… ¿Os imagináis decir adiós a la pesca y consumo del atún, la caballa, el emperador…?).
En una entrevista a un especialista en investigación de mercados, José Fernández Polanco, nos dice que somos uno de los países de mayor consumo de pescado del mundo y, sin embargo, la información que llega al mercado es escasa o, muchas veces, incompleta cuando no errónea o engañosa.
- El caso del panga ha sido (y es) muy atractivo para los intermediarios del mercado, dado que pueden obtenerlo en frontera a 1,8 €/kg (dato de 2008) y ponerlo en el mercado a 9 €/kg.Por otro lado se dan casos de que mayoristas sin escrúpulos descongelan el pescado para ofrecerlo como fresco, aumentando el atractivo económico del producto.
- No hay que olvidar que el consumidor termina comprando lo que encuentra en la pescadería, y los intereses del intermediario son principalmente económicos.
- Lo que pasa con el panga, sucede también en otras especies. Baste recordar el caso del fletán canadiense que, desde entonces, se vende como «halibut».
- La realidad que reflejan todos los estudios es que tenemos un mercado muy desprotegido por nuestros propios consumidores, a los que se ha descuidado.
- Es necesario diferenciar nuestros productos y asegurarse que esa diferenciación llegue al último nivel del canal.
- Se debe reforzar el fenómeno de la localidad.
Para terminar de ilustrar esta entrada, voy a mostrar un vídeo descriptivo de este tema del panga. Aunque está en francés, ver las imágenes puede servir para hacernos una idea de la realidad.
Salud para ti y los tuyos.