Bacterias Resistentes
El diario interactivo El Médico, en fecha 24 de Mayo de 2009, publica la siguiente noticia: «Investigadores españoles desvelan el mecanismo que ayuda a las bacterias a extender la resistencia a los antibióticos.El descubrimiento podría promover la reconsideración de las actuales políticas de tratamiento con antibióticos». Aunque se trate de una noticia muy técnica, creo que es de interés divulgativo general.
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Los investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Barcelona y la Universidad Complutense de Madrid (que publican esta semana en la revista ‘Science’ el estudio al que nos referimos)han identificado una correlación directa entre los integrones, que son elementos genéticos móviles responsables de capturar y expandir los genes resistentes a los antibióticos entre ciertos tipos de bacterias, y una respuesta de reparación del ADN denominada SOS. Esta respuesta SOS se produce ante la perturbación de la replicación de material genético de las bacterias.
Los autores han descubierto que el uso de una sustancia antibacteriana concreta que provoque este tipo de perturbación favorece el aumento de la resistencia indiscriminada a los antibióticos. Esto se debe a que la respuesta SOS promueve una incorporación eficaz de los genes que emplean los integrones para incorporar componentes resistentes a los antibióticos al genoma de la bacteria.
El descubrimiento pone de manifiesto que la activación de esta respuesta, derivada de un antibiótico o un medicamento de quimioterapia que actúe sobre el material genético bacteriano, favorece la expresión de los genes de resistencia del integrón y su organización para contrarrestar a los fármacos. A la vez, el tratamiento farmacológico estimularía la captación de nuevos mecanismos de resistencia, fomentando su diseminación entre las bacterias.
Los resultados del estudio plantean la necesidad de reflexionar sobre la utilización generalizada de sustancias antibacterianas que interfieren en la replicación del DNA de las bacterias. Además, los autores apuntan al impacto negativo que este tipo de compuestos pueden tener en el tratamiento de las enfermedades infecciosas de origen bacteriano, ya que incrementan de forma generalizada la adquisición y diseminación de los mecanismos de resistencia a los antibióticos en las bacterias patógenas. La investigación que publica Science cuenta con la participación del grupo de Microbiología Molecular del Departamento de Genética y Microbiología de la UAB, coordinado por Jordi Barbé, y los equipos de Iván Erill en el Centro Nacional de Microelectrónica del CSIC, de Bruno González-Zorn en la Universidad Complutense de Madrid y Didier Mazel, de la Universidad de Limoges y el Instituto Pasteur de Francia.
Salud para ti y los tuyos.