Bibi Aisha
De primeras, no me lo podía creer; pero, leyendo la entrada dominical de Tercera Opinión, me di cuenta de que sí que era real lo que estaba viendo. Aunque vivamos en esta zona occidental del hemisferio norte del planeta Tierra, no podemos dejar de saber que, en otras latitudes, existen personas que mantienen tradiciones que, a nuestros ojos, resuenan con el hecho de aferrarse al poder, sea como sea…
Aquí no estamos hablando de injusticias de orden económico (que también), sino de la hegemonía palpable de un sexo a expensas del otro. Mi querido amigo Yabir (ya en mejor vida), maestro espagirista y musulmán de convicción, solía comentar que en El Corán no tiene cabida la barbarie que se observa en zonas geográficas donde el fundamentalismo arrasa voluntades…
Aquí os muestro diferentes planos de la tristemente protagonista de esta entrada: Bibi Aisha, una afgana de 19 años que, después de una niñez que nos podemos imaginar, fue vendida y casada. Tras la paliza número «n» se atrevió a salir sola de casa… Cuando la peripecia acabó, también finalizó la armonía de los rasgos de su cara.
La última noticia que he podido leer data de Marzo de 2010, y parece que el plan era trasladarla a EE.UU. para reparar quirúrgicamente su cara y, me imagino, de paso, utilizar su caso a modo de ejemplo publicitario frente a la barbarie integrista…
Salud para ti y los tuyos.