Campaña de vacunación contra la gripe

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Como ya es habitual en este blog, y como deferencia a las personas que prefieren escuchar a leer, voy a colgar a continuación el vídeo del texto.

Ya estamos en fechas. Es como la campaña turronera como presagio de la Navidad. Como cada año, se nos invita-presiona para pasar por el aro. Pero, en lugar de ser dulce, puede convertirse en amargo.

Ante la cercanía de las estaciones más frías del año, como cada año, las autoridades, que parecen estar muy preocupadas por nuestra salud y parece también que quieren preservarnos de la enfermedad, nos invitan-presionan a inocularnos unas vacunas.

Desde hace bastantes años, se percibe una insistencia por parte de los gobiernos y de las autoridades sanitarias en lograr que, al menos las personas mayores de 60-65 años, nos vacunemos frente a una enfermedad, la gripe, que causa anualmente en nuestro país la muerte de varios miles de personas.

Se habla de grupos de riesgo. Personas que por sus propias condiciones de salud, pasar la gripe pueda suponer un peligro por las complicaciones que conlleve. Así, las personas mayores y los enfermos crónicos están (estamos) en primera fila para recibirla.

Pero es que ahora, y yo lo relaciono con la nueva cultura de la «vacunación para todo» que se ha construido tras las campañas de inoculación masiva frente a covid-19, se están fijando en los niños pequeños.

Para facilitarles el acceso a la vacuna antigripal, ha salido al mercado la opción intranasal. Ya están los políticos de turno haciendo propaganda de lo fácil que es inocularla a los niños. Y para mayor comodidad se las llevan a los centros escolares, transformándolos en vacunódromos.

Si las vacunas antigripales fueran seguras y efectivas (¿os suena el mantra?), no estaría nada mal prevenir un proceso que catapulta a la muerte a las personas mayores cuya vida ya sólo pende de un hilo. Pero la cuestión es que no son ni seguras ni efectivas. Así de claro hay que decirlo.

Un científico neerlandés experto en gripe como el Dr. Osterhaus, que reincide en la necesidad de vacunarnos sí o sí, afirma en uno de sus trabajos de investigación que pasamos la gripe el 18% de las personas que no nos vacunamos… pero que de éstos, sólo 4 tendremos síntomas (cualquier síntoma, o sea tanto severos como leves).

Por otro lado, en la revisión Cochrane de 2018, que fue una actualización de la revisión del tema que se hizo en 2014, se describe cómo la pretendida efectividad de la vacuna (50%) es porque en la propaganda sólo muestran la reducción del riesgo relativo. Pero si tomamos las cifras absolutas, las reales, las que importan, de 23 personas afectadas por la gripe de entre 1000 no vacunados, se pasa a 9 personas afectadas de cada 1000 en el grupo de vacunados.

Le voy a dar una vueltita más a ver si se entiende clarito clarito.

La tasa de infección en adultos, según los voceros habituales y los que les siguen tocando panderetas, cae del 2% anual al 1%; o sea, el 50%. Se podría decir que se ha reducido a la mitad, pero en realidad sólo cae un 1%. Esto significa que de cada 100 adultos sanos vacunados, 99 no obtienen ningún beneficio contra la influenza confirmada por laboratorio.

¿Capito? Y eso que en esta revisión el 29% de los estudios estaban financiados por la industria farmacéutica.

Ahora voy a prestar atención a la revisión Cochrane sobre la gripe en los niños. También se realizó en 2018, y fue una actualización de la anterior revisión de 2014. En la actualización afirmaban los autores que no se volvería a revisar hasta que no hubiera nuevos ensayos y nuevas vacunas. Espero que con la innovación de la vacuna intranasal puedan realizar más adelante una nueva revisión.

En los resultados de la revisión se lee lo siguiente:

• Las vacunas vivas atenuadas contra la gripe probablemente reducen el riesgo de infección por gripe en los niños de 3 a 16 años de edad del 18% al 4%, y pueden reducir los procesos similares a la gripe en menor medida, del 17% al 12%.
• Las vacunas inactivadas reducen el riesgo de gripe en los niños de 2 a 16 años de edad del 30% al 11% y probablemente reducen las enfermedades similares a la gripe del 28% al 20%.

En las conclusiones de la revisión, los autores afirman lo siguiente:

«Para ambos tipos de vacunas, la reducción absoluta de la gripe y de las enfermedades similares a la gripe varió considerablemente entre las poblaciones del estudio, lo que hace difícil predecir cómo se traducirán estos hallazgos en los diferentes entornos».

Respecto a las personas mayores y la eficacia de la vacuna antigripal, Cochrane hizo una revisión también en 2018, que fue una actualización de la anterior de 2010.

Según esta revisión, los adultos mayores que reciben la vacuna contra la gripe pueden presentar un riesgo menor de gripe (del 6% al 2’4%) y probablemente tienen un riesgo menor de enfermedades similares a la gripe en comparación con los que no reciben la vacunación en el curso de una única estación de gripe (del 6% al 3’5%).

Claro que esto puede ser leído como que estas vacunas pueden ser eficaces en el 50% de los casos, como antes he comentado… pero es que esa lectura está totalmente sesgada y no muestra la realidad tal y como es: reducciones absolutas de entre el 2’5 y el 3’6%.

Concluyen los autores que:

«La evidencia disponible en relación con las complicaciones es de calidad deficiente, es insuficiente o antigua y no proporciona una orientación clara para la salud pública con respecto a la seguridad, la eficacia o la efectividad de las vacunas contra la gripe para las personas a partir de los 65 años de edad».

¿Dónde está la pretendida eficacia de la vacunación contra la gripe tan pregonada por la propaganda?

En estos momentos, ha salido al campo de juego un nuevo jugador, la vacuna intranasal, y está siendo destinada a los niños pequeños. ¿Qué pruebas tenemos de la eficacia y seguridad de la misma?

Como en España no tenemos antecedente de esta nueva fórmula intranasal, tengo que recurrir a las estadísticas norteamericanas y a su agencia de notificación de efectos adversos (VAERS). Como siempre hay que poner en cuarentena sus resultados pues se ha comprobado que sólo reflejan entre el 1-10% de los efectos adversos reales.

Acabo de hacer una búsqueda de la vacuna Flumist, tanto la trivalente como la tetravalente. Son primas hermanas de la vacuna que se comercializa en España (Fluenz Tetra), todas ellas salidas de la cosecha del laboratorio farmacéutico AstraZeneca.

A fecha 27 de septiembre de 2024, el total de efectos adversos notificados (que no los reales) es de 11.072 casos, entre los que figuran 943 casos graves y 48 fallecimientos. De estos últimos, 23 fueron muertes de niños menores de 17 años (el 48% de las muertes). En otras 13 personas fallecidas no aparece el dato de edad, por lo que tampoco se puede descartar que haya más niños fallecidos.

¿Dónde está la seguridad de estos productos, sobre todo cuando están destinados a personas sanas, a niños sanos?

¡Dejad en paz a la población! Somos los auténticos dueños de nuestra salud y de nuestra vida. A cada uno de nosotros nos corresponde tomar nuestras mejores decisiones. Y, en estos momentos, la mía pasa por no vacunarme de la gripe y aconsejar a quien pida mi opinión que tampoco lo haga.

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Salud para ti y los tuyos.