Desahucio

«Desahucio» ha sido una palabra que he utilizado muy pocas veces en mi vida. Tanto en su acepción económico-financiera como en la vertiente sanitaria. Como que suena intensa, lúgubre, como una fuerza del «destino cruel».

Me ha llegado en estos días desde la Revista «Despierta» y desde el siempre fructífero Manolo (gracias) la noticia de que varias personas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y vecinos de la zona evitaron la ejecución de un desahucio en La Bisbal del Penedés (Tarragona). Podéis ver ahí abajo el vídeo.

La población se está sensibilizando y empezando a actuar en un tema que puede salpicar a cualquiera, en unos momentos de desequilibrio evidente entre las fuentes de ingresos de las familias y su necesidad de cubrir unas necesidades básicas.

En el trasfondo se observa el negocio bancario que, hasta hace nada, publicitaba sin límite las facilidades de obtener crédito para comprar, consumir…, lo que sea. Si a esto le unimos la tendencia generalizada en España a comprar la casa que habitamos, pues según datos de 2009, sólo el 7,3% de la viviendas en España está en régimen de alquiler de mercado.

El caso es que desde 2007 se ha quintuplicado el número de viviendas embargadas por impago, pudiendo llegar este año a 100.000 viviendas embargadas. Podríamos imaginar que la situación es propia de un país de paro inmenso como España, pero el fenómeno se da a lo largo y ancho del mundo «del bienestar». Y también las reacciones populares de enfrentamiento a esas prácticas tan feas como el desahucio.

Os voy a colgar ahí abajo otro vídeo, esta vez de EE.UU, en el que se presenta uno de esos Sheriff estrellados plantándose ante las órdenes de ejecución de desalojos de viviendas. ¿Cuánto durará su actitud? ¿Será una señal de que la población debe posicionarse ya ante un sistema injusto por naturaleza?

Al leer sobre el tema, me ha saltado otra palabra nueva para mí (nunca había oído hablar sobre ella). Se trata del vocablo «dación», que se refiere a otro más fácil (donación), y es que desde sectores de la izquierda española y del Movimiento Verde se está pidiendo una reforma de la Ley de Hipotecas intentando conseguir que la garantía sea sólo el bien hipotecado y no la persona propietaria del bien; y también se intenta regular la figura de «dación en pago», por la que en este tipo de situaciones de insolvencia, el propietario hipotecado pueda ceder su casa como pago de la deuda, porque ahora, aparte de ser embargad@, la persona sigue debiendo la deuda a la entidad bancaria… (o, al menos, eso es lo que he entendido de este lío).

Si tenéis un poco más de tiempo, aquí os dejo un enlace de una interesante entrevista realizada al Profesor de Derecho Constitucional y, a pesar de ello, activista, Gerardo Pisarello.