El Árbol Genealógico
Como sabéis las personas que me vais siguiendo en mis escritos, mis derroteros en el camino del Saber en relación con la Salud, desde hace ya tiempo, recalaron en la influencia que determinadas realidades (insospechadamente) generan en nuestras vidas cotidianas.
Y una de esas realidades es, ni más ni menos, el hecho de haber nacido en una determinada familia: la mía. Y ésa es una realidad incontestable e inexorable, pues nuestra primera célula, en la que se ha basado todo nuestro posterior desarrollo, fue la conjunción explosiva de dos células primigenias, cada una procedente de uno de nuestros padres.
Y, así de sencillo (aunque siempre sorprendente y «milagroso»), nos vemos envueltos en una suerte de condicionamiento gigantesco en el que no sólo heredamos el color de nuestros ojos, la forma de la nariz, si tengo tendencia a ser calvo o a tener más pelillos en el cuerpo, la altura, las aficiones, predisposiciones a enfermar de cosas concretas…
Hay algo mucho más importante que está en la base para que todas las características descritas (y un montón más) hagan mella en nuestros organismos y en nuestras actitudes, tanto conscientes como inconscientes.
Me he dado cuenta, al observar estas cosas y al experimentar con procedimientos en los que esto se constata claramente de forma empírica en mi práctica profesional, que nuestras decisiones en la vida, en una inmensa mayoría de ocasiones, están condicionadas por elementos puramente inconscientes que residen en la mayor de las oscuridades de nuestros propios cuerpos, en nuestros propios inconscientes, y que tienen que ver con sucesos vividos por miembros de nuestro Sistema Familiar, de nuestro clan, incluso en cuatro o cinco generaciones atrás…
Tanto a nivel grupal, en las llamadas Constelaciones Familiares (puestas a punto por Bert Hellinger y sus discípulos), como individualmente a través de técnicas de contacto vivencial, cada día observo y me admira, como si fuera el primer día, esa relación directa entre nuestra realidad actual y las necesidades de nuestros Sistemas Familiares.
En mi última etapa formativa, al introducirme en los entresijos de la Descodificación Psicobiológica, de la mano del Dr. Salomón Sellam, he visto en la práctica la necesidad de buscar información directa de lo que heredamos de nuestra familia a través de una fórmula que ya había oído antes en boca de Alejandro Jodorowski pero que, hasta ahora, no había utilizado: la construcción del Árbol Genealógico.
Algo tan sencillo como describir en un folio mi nombre, mi fecha de nacimiento, e ir colocando pieza a pieza cada uno de los eslabones de esta cadena que, en ocasiones, nos puede reforzar pero que, en otras, nos puede subyugar y hacer vivir, activar, una réplica de lo ocurrido generaciones atrás y que quedó sin resolver o bien vivir…
En una posterior entrada describiré las grandes líneas para que, si os pica la curiosidad, podáis construir vosotros mismos ese entramado tan personal e intransferible.
Salud para ti y los tuyos.
Hola Silvano: mis dos hijos mayores nacieron por una ovo donación y cuando leo tus artículos sobre estos temas me entra un gran desconcierto por no poder acceder a esa información de la q hablas en relación a mis hijos por lo menos por el lado materno. Crees q es determinante esta falta de información? Es un tema sensible para mi y le tengo un poco de temor….
Gracias y un beso
¡Hola, Alex! De primeras, siempre aconsejo dejar de preocuparse por este tipo de cosas si no hay un motivo evidente (una enfermedad, un conflicto manifiesto). Lo que cuenta es el amor que se ha puesto como ingrediente en la génesis del crío y el clima y cuidados que los críos reciban del hogar donde han nacido.
Esto mismo pasa con los niños adoptados: tienen dos familias, la biológica y la de adopción. Casi nunca hay datos de la familia de origen, la biológica, pero en Constelaciones Familiares se ve que es suficiente con interactuar a través de la familia de adopción, aunque los niños traigan graves conflictos de raíz…
De todas formas, cada cual tenemos escondidos en nuestro inconsciente todos los dossieres que han afectado a nuestro clan, conozcamos o deconozcamos de dónde provenimos. En caso de necesidad se pueden inducir trabajos para tocar ese contenido inconsciente con diversas técnicas en estados alterados de consciencia, pero esto se suele realizar ya en adultos.
Gracias por tu comentario.
Salud para ti y los tuyos.
Estoy deseando que lo expliques. «Casualmente» me encuentro en un porceso de revisión de ese tipo y el otro día con un amigo médico empezamos a reconstruir mi árbol, viendo un poco las circunstancias de cada uno de mis antepasados, y surgieron ya algunas cosillas muy interesantes.
Gracias
¡Hola, Amaia! el construir el árbol no tiene ningún misterio. Lo único que va a pedir es un poco de dedicación. Algnos árboles se muestran rápidamente, otros no…; pero, cuando nos ponemos a ello, siempre sale a relucir información interesante y desconocida hasta entonces.
Salud para ti y los tuyos.