Frente a los planes de la OMS
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Ayer participé en una manifestación en Pamplona y tuve el honor de leer el manifiesto final.
Aquí os lo dejo con la grabación de su lectura en directo. En primer lugar se leyó en euskera y, a continuación, yo lo leí en castellano.
La sociedad desconoce que se está negociando sin debate público, a nuestras espaldas, y que en mayo de 2024 la Organización Mundial de la Salud quiere hacerse con el poder absoluto en materia de gestión de «crisis sanitarias». Su objetivo es la adhesión de los Estados a un Acuerdo o Convenio para la Prevención, Preparación y Respuesta ante «Emergencias de Salud Pública», sean «pandemias» u otras «catástrofes».
Hasta ahora, la Organización Mundial de la Salud sólo ha emitido recomendaciones; pero, a partir de mayo, se pretende que sus dictados sean jurídicamente vinculantes, debiendo ser acatados por los Estados miembros de la Organización.
El Director General de la OMS dispone ya de la posibilidad de declarar personalmente este tipo de situaciones de emergencia de salud pública internacional, y también se pretende que los Directores Regionales puedan determinar estados de emergencia de salud pública en el ámbito de alguna región en las que la OMS divide el mundo.
Cuando declaren una pandemia u otras «catástrofes», estos acuerdos darían poder al Director General de la OMS para imponer confinamientos, restricciones al movimiento, tratamientos, protocolos médicos y vacunas. Asimismo, le permitirían censurar la información científica que no considere «válida» sin tener que someterse a los mecanismos de revisión y discusión pública que rigen los estándares de calidad científica. Algo que los monopolios de los medios de comunicación ya han hecho y que ahora se extendería al ámbito de Internet.
A partir del año 2000 se comenzó a privatizar la financiación de la OMS y, actualmente, las cuotas fijas de los Estados miembros cubren menos del 20% del presupuesto total; el resto de la financiación de la OMS se realiza en forma de contribuciones voluntarias de algunos países, dejando vía libre a las aportaciones de fundaciones disfrazadas de altruismo como la de Bill y Melinda Gates, así como las de empresas farmacéuticas. El destino de esas aportaciones voluntarias es decidido por esas mismas entidades.
¿Quién está detrás? la OMS quiere más dinero y poder para gobernar ferozmente el mundo sanitario, pero está sometida, de facto, al poder de quien la financia. Pretende ejercer una dictadura sanitaria para la humanidad con el pretexto del lema «una sola salud» (One Health), humana, animal y medioambiental.
Queremos reivindicar que el consentimiento, interés y bienestar del ser humano prevalezcan sobre los intereses colectivos o de la ciencia como estructuras de poder; que sean las Comunidades Autónomas, Parlamento y Gobierno del Estado Español quienes tomen las decisiones en materia de salud, asesorados por profesionales de la salud independientes que no estén controlados por los intereses de las multinacionales farmacéuticas. Que se respeten los derechos humanos, como se recoge, por ejemplo, en el Código de Nuremberg o en el Convenio de Oviedo.
Ante esta intentona de marcado carácter globalista, a los ciudadanos conscientes de este intento de atropello a nuestra soberanía individual y nacional, viendo la falta de apoyo de los políticos y asociaciones profesionales, parece que sólo nos queda la resistencia, la no-obediencia.
No quiero desaprovechar este marco en el que ahora estamos, frente a un monumento que se erigió sufragado por el pueblo navarro, por nuestros antepasados, ante el intento de injerencia y usurpación de los derechos y libertades por parte del Gobierno Central.
Ahora no se trata del Gobierno Central. Estamos observando la connivencia de los gobiernos (tanto autonómicos como central) ante las decisiones tomadas en la cúspide de la Comisión Europea, tendentes a la implementación de la funesta Agenda 2030, pasando por encima de nuestra soberanía.
En estos momentos estamos siendo testigos del levantamiento del sector primario frente a su desaparición. Son la fuente de nuestra supervivencia como individuos y sociedades. Ha llegado el momento de unirnos como población consciente frente a este despropósito.
Para ello nos toca movernos, construir redes sociales, sanitarias, paralelas, con profesionales que nos den confianza y que sepamos que no nos van a traicionar. Volver a nuestra sabiduría ancestral.
Remarcamos, finalmente, nuestro objetivo esencial de tener en cuenta el desarrollo del ser humano y, en especial, el de la infancia y la juventud como base de nuestra supervivencia como sociedad.
La lucha continúa, aquí y en todas partes. Os animamos a participar en la manifestación del sábado 16 de marzo en Madrid.
Si nos ponemos en pie, somos invencibles.
POR LA SALUD SOBERANA.
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Salud para ti y los tuyos
Solamente por incumplir esos convenios que cita, la declaración de los derechos humanos y Constituciones como la española es ilegal
Hola Miguel Ángel.
Como bien puedes comprender, a esa gente le resbala lo que no está en su camino. Si aprueban que sus «recomendaciones» sean jurídicamente vinculantes (que es lo que quieren hacer) se allanarán el camino para hacer lo que quieran.
Acuérdate de la inconstitucionalidad de los estados de emergencia en España. Sí, eran inconstitucionales… pero los españoles tuvimos que sufrirlos por la tardanza (2 años) de la sentencia.
Todo esto es un juego perverso donde la justicia como tal (o sea, lo que es justo o no lo es) parece que no tiene cabida.
Salud para ti y los tuyos.