Joan-Ramón Laporte Roselló
(¿Dispones de 8 minutos para leer este texto?)
Más vale tarde que nunca. Una vez de nuevo en casa tras unos días de viaje, me dispongo a comentar algo sobre lo que ya se ha leído o escuchado por diferentes sitios. Y es que no quiero dejar pasar la ocasión de escribir unas frases sobre el aparente «desliz» que ha tenido el Dr. Joan-Ramón Laporte en el Congreso de los Diputados.
Y es que se ha metido en la boca del lobo. Tal cual. Ha sido, en apariencia, políticamente incorrecto al lanzar una serie de andanadas bajo la línea de flotación del gobierno, al emitir una serie de informaciones fundadas en datos técnico/científicos que van en sentido contrario a las tesis del gobierno (y, tristemente, de la práctica totalidad de grupos políticos).
Como viene siendo habitual, a continuación voy a colgar el vídeo que he editado con los contenidos de este texto, para las personas que prefieren escuchar a leer.
Para los que no hayan tenido la oportunidad de ver esta comparecencia, aunque ya se ha hecho viral en las redes, lo traigo aquí abajo.
Es conocido el Dr. Joan-Ramón Laporte por ser catedrático de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona y por haber dirigido el servicio de Farmacología del Hospital Vall d’Hebrón, en Barcelona.
De vez en cuando, sus declaraciones sobre tal o cual fármaco o sobre tal o cual comportamiento de la farmacéutica de turno me hacían ver que todavía había profesionales de la farmacología honestos.
El Dr. Joan-Ramón Laporte no ha tenido reparo en mostrar la realidad del mundo en el que vivimos en el tema sanitario/fármacos. Siempre ha sido un profesional de la farmacología que no ha tenido la vista nublada a la hora de describir esa realidad. Aire fresco en un ambiente «cargado».
Como referente de la farmacología española, además de lo señalado como docente y su jefatura en el Hospital Vall d’Hebrón, fue director del Centro Coordinador del Sistema Español de Farmacovigilancia y miembro de la Comisión Nacional de Farmacovigilancia hasta la creación de la Agencia Española del Medicamento en 1999. A partir de ahí ha sido experto externo de esta institución, y durante un tiempo miembro de su consejo asesor.
Como referente internacional, se puede citar su actividad como experto tanto en la OMS como en la Agencia Europea del Medicamento (EMA)…
Con estas cartas de presentación, no se puede negar su autoridad a la hora de emitir un diagnóstico de la situación respecto a la farmacovigilancia, la realidad de las empresas farmacéuticas y su próspero negocio.
Pues la cosa es que fue invitado a la Comisión que el Congreso de Diputados español creó para investigar la gestión de las vacunas Covid-19. Y su comparecencia en dicha Comisión ha dado que hablar…
El mensaje del Dr. Joan-Ramón Laporte no ha podido ser más claro, y voy a entresacar de él una serie de cuestiones importantes a tener en cuenta.
- En su último boletín (el nº 12) del 26 de enero, el Servicio de Farmacovigilancia español ha mostrado que hasta el 9 de enero se habían notificado 55.000 casos de efectos adversos. De ellos, 11.000 graves y 375 muertes. (Al ser un sistema de notificación voluntaria, siempre hay un subregistro que se calcula entre el 1-10%).
- Las notificaciones son difícilmente interpretables, pecan de falta de transparencia en la información, por lo que pueden esconder datos.
- Estamos ante un experimento masivo con un producto farmacéutico de nuevo cuño, no ante una campaña de vacunación tradicional, dado que ese fármaco no es una vacuna, es una información genética (ARNm).
- Los ensayos clínicos se hicieron con grupos de edad poco vulnerables a la enfermedad.
- Los ensayos clínicos son diseñados, realizados e interpretados por los fabricantes de vacunas. El control de la gestión de los datos por las administraciones públicas es ocasional.
- Se ha publicado en el British Medical Journal (BMJ) la existencia de fraude en los propios estudios de los productos de Pfizer en EEUU.
- Un grupo de expertos llamado Rxisk, especializados en la detección precoz de efectos adversos de medicamentos y en la mitigación de sus riesgos, farmacovigilancia y atención de pacientes, va a mostrar en unas semanas varios casos de personas con efectos adversos importantes… que fueron desaparecidos de los estudios de Pzifer/BioNTech y de Astrazeneca.
- En las publicaciones de los estudios clínicos se ofrecen sólo datos muy generales, y de forma agrupada. Además del fraude, también es habitual la presentación tendenciosa de los resultados.
- Es tendencioso mostrar la eficacia de estos productos a través de la disminución de Riesgo Relativo (95%), cuando la disminución del Riesgo Absoluto, el dato más útil para valorar la eficacia de un fármaco es menor de 0’9%.
- Los ensayos clínicos de las propias empresas farmacéuticas no muestran que esas «vacunas» reduzcan la mortalidad. En el estudio clínico de Pfizer/BioNTech dejaron escondido en un anexo el dato de que murieron 15 personas en el grupo inoculado y 14 en el grupo control.
- Los resultados de los estudios clínicos promovidos por las compañías farmacéuticas deben ser considerados más bien como indicios, y de ningún modo como “evidencias”.
- Los resultados obtenidos en cualquier estudio clínico deben ser revisados con detalle por expertos en la materia, lo que requiere tiempo, pero también transparencia.
- Pfizer anunció que haría pública la totalidad de los resultados de su EC principal sobre la vacuna en 2025. (Y digo yo: qué resultados puede mostrar del estudio clínico si el grupo control, al que inocularon un placebo, ya está completamente vacunado). La FDA se ha visto obligada por un juez federal de EEUU. a mostrar en el lapso de unos meses los datos de los documentos que Pfizer aportó para su aprobación. La FDA solicitó hacerlo a lo largo de 75 años. (¡¡Qué desfachatez!! ¿Eso es transparencia?)
- Necesitamos mejores vacunas, en términos de eficacia protectora, dado que la duración de su eficacia para las diferentes variantes ha ido disminuyendo… hasta que para la variante Ómicron se ha visto ineficaz.
- Estas vacunas no evitan la transmisión de la enfermedad, con lo que el «pasaporte Covid» ha carecido de evidencia científica a la hora de aplicarse en la sociedad. El pasaporte Covid puede haber contribuido, por contra, a aumentar el número de casos, al haber generado una falsa sensación de seguridad.
- Hizo referencia también a los efectos adversos de esos productos farmacéuticos que se están inoculando masivamente. Y más concretamente a las miocarditis/pericarditis que se están viendo más frecuentemente en jóvenes. Se ha pasado de describir una incidencia de 1 caso/millón, a 1/100.000… hasta ver en un estudio israelí una incidencia de 1/10.000.
- El seguimiento de la seguridad de las vacunas ha puesto de manifiesto las deficiencias de la farmacovigilancia en la Unión Europea. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha reaccionado tarde y de manera paquidérmica e insuficiente ante las señales de efectos indeseados que han ido surgiendo.
- Han prevalecido los procedimientos y la burocracia por encima de la ciencia, el sentido común y la atención a las incertidumbres inherentes al experimento global emprendido. La EMA, financiada en más de un 80% con las tasas aportadas por las compañías farmacéuticas, está concebida para autorizar la comercialización de medicamentos y vacunas, pero no para interactuar con los sistemas sanitarios de los estados miembros.
- La pandemia ha hecho evidente que la legislación europea sobre farmacovigilancia, basada en la notificación voluntaria y en planes de gestión de riesgos desarrollados por las propias compañías fabricantes, está más concebida para proteger a estas últimas que para proteger a los ciudadanos.
- Se ha observado la falta de voluntad del sistema nacional de salud para ser un verdadero productor de conocimiento, y no un mero receptor pasivo de mensajes de clara intencionalidad comercial, un comprador ignorante de tecnología, que a menudo paga humo a precio de oro.
- La mortalidad fue 57 veces más alta en las residencias, alcanzando una letalidad de entre un 9% y un 10%. ¿Cuáles son los factores de riesgo de morir en una residencia? Sin duda, la edad y la pluripatología, pero también la mala atención y la polimedicación innecesaria.
- Una amplia variedad de fármacos, que ya eran de consumo generalizado antes de la epidemia, incrementan el riesgo de neumonía y la mortalidad por neumonía.
- Varios estudios y análisis comparativos han mostrado que España es el miembro de la UE más permisivo en materia de conflictos de intereses y relaciones opacas de profesionales sanitarios con las compañías farmacéuticas.
- Lanza al aire la siguiente pregunta: ¿qué empresa convencional aceptaría como normal que sus trabajadores reciban regalos y dinero del principal proveedor de materias primas?
Cada una de estas afirmaciones está basada en datos y fuentes publicadas. Podrá gustar o no escuchar cómo un experto en farmacovigilancia muestra este tipo de hechos en el Congreso de los Diputados español, pero la realidad es la realidad.
Es evidente, esto sí que es evidente, que la respuesta desde la oficialidad no se hizo esperar: asociaciones de médicos y diversos expertos, junto a las famosas «páginas de verificadores» salieron en bloque a linchar al mensajero. Como niños.
Pero ¿puede alguien refutar sus afirmaciones? A lo mejor se puede discutir si atenerse a la definición de vacuna del diccionario de la RAE fue lo más exacto que pudo emplear o no… pero poco más.
Menos mal que el Dr. Joan-Ramón Laporte tiene la suficiente entereza y cimientos como para no tener que ceñirse al guion establecido y es capaz, como acaba de demostrar, que puede hablar claro-clarito sobre temas que conoce sobradamente.
Pero es que incluso la misma plataforma YouTube ha censurado el vídeo de la comparecencia. Sí, sí… agárrate los pantalones: una comparecencia de un experto invitado por el Congreso de los Diputados de un país aparentemente libre, es censurada por una plataforma que parece estar por encima del bien y del mal.
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Salud para ti y los tuyos
¿ Te has dado cuenta de cómo han impulsado hábilmente, dentro de la disidencia, el vídeo del supuesto Gran Negacionista del Congreso ?
Es un Gran Negacionista con un importante peso científico, el que nos está diciendo lo siguiente (nótese el tono sarcástico):
1) Es una terrible Pandemia real, producido por un esquivo y peligroso virus SARS-CoV-2. Eso no se puede «negar».
2) El Gobierno ha gestionado dicha situación de forma muy irregular e inapropiada, sin embargo, subraya que: » todos los seres humanos del Planeta DEBEN ponerse una dosis; y si es posible dos».
3) Indica que, sin lugar a duda, las vacunas actuales reducen drásticamente la enfermedad (Covid-19), grave y que ello no es discutible. Sin embargo, dice que tiene dudas de que disminuya su mortalidad.
A ver, señor farmacéutico. ¿ Cómo es posible que un tratamiento médico, reduzca drásticamente la enferdad grave, pero no disminuya su mortalidad ?
Todo ser vivo que muere por una enferdad grave (y no aplastado por una locomotora), ha sufrido esa grave enfermedad antes morir, por tanto si una circunstancia hace disminuir la probabilidad de sufrir esa enfermedad grave, reducirá la probabilidad de morir por dicha enfermedad grave ( me siento ridículo razonando algo tan obvio, pero parece que el Señor «Farmacias», no se ha dado cuenta ).
4) En ningún momento niega que haya que no inocular 3ª, 4ª o 5ª dosis, sino que no le parece que en éste momento sean apropiadas y que el Gobierno ha cometido un error. Todo ello, claro, después de vacunar a toda la población humana; doy por hecho, que ignorando la decisión personal de parte de esa población.
Aparte de otros tantos despropósitos, el mensaje y el engaño hacia parte de la población negacionista o con dudas respecto a la actual situación, es muy claro:
Si es El Gran Negacionista, con una gran preparación y el Gobierno y las redes han incluso censurado a su propio Congreso, será que lo que está diciendo tiene mucho peso, por tanto, nosotros siendo negacionistas, nos ponemos mínimo dos dosis, pues es obvio que él, se ha puesto dos dosis (pero nunca 3 o 4, en principio) . (Nótese que expongo un falso pensamiento que quieren inducir).
Si dice que disminuye la enfermedad grave, será que dicha enfermedad existe y, claro, lo que yo no quiero es «caer gravemente enfermo». Me da igual que luego me digan que no disminuye su mortalidad, pues lo que yo no quiero es ponerme gravemente enfermo y terminar intubado . (Nótese que expongo un falso pensamiento que quieren inducir).
Fuente: https://t.me/resurgente2020/32102
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Y ahora que se aplaude hasta con las orejas el informe del experto en farmacovigilancia Ramon Laporte, resulta raro que casi nadie se haga eco, como sí hemos hecho aquí, de lo que omite, y de la paradójica afirmación, pese a todo lo que suelta, de que las inoculaciones en adultos eran y siguen siendo recomendables hasta 1 o 2 dosis, quizás 3. Es que solo nosotros lo hemos oido?
Aquí hay gato encerrado, y este post lo expresa a la perfección👇👇👇
Fuentes: https://t.me/resurgente2020/31699
y https://t.me/resurgente2020/31700
Hola, Sandruki.
Muchas gracias por tu comentario. Como la respuesta que voy a darte está siendo demasiado extensa como para ser un comentario y, además, pienso que puede ser de interés para los lectores, casi voy a transformarla en un nuevo texto a este blog.
Salud para ti y los tuyos.