La Humanidad frente a Núremberg
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Hace unos días que se han celebrado en Núremberg (Alemania) unos actos en conmemoración del tratado internacional que lleva el mismo nombre. Algo que la humanidad no debe olvidar.
Como ya es habitual en este blog, y como deferencia a las personas que prefieren escuchar a leer, voy a colgar a continuación el vídeo del texto.
Hace ya 75 años. Para la mayor parte de la humanidad, incluyéndome a mí, algo que no hemos vivido sino que nos ha llegado desde textos, imágenes y testimonios de personas que sí lo vivieron en primera persona.
Una de estas personas es Vera Sharav, fundadora de la Alianza para la Protección de Investigación en Seres Humanos. Ella ha sido protagonista de un discurso allí mismo, en Núremberg, en donde ha comparado lo que simboliza el Código de Núremberg y la realidad actual de la pandemia Covid.
Su historia inicial es como la de cualquier niño judío de la época. Fue trasladada con su familia desde su país de origen (Rumanía) a un campo de concentración de Ucrania. Su padre muere de tifus por las condiciones infrahumanas de vida.
A los 7 años de edad, su madre logra que sea repatriada por el gobierno de Rumanía y, a los 11, pudo reencontrarse con su madre en Nueva York una vez ya acabada la pesadilla nazi.
En este texto voy a repasar y reproducir partes de su exposición, que he recogido de la página de Childrens Health Defense, capitaneada por el abogado activista Robert Kennedy, hijo del malogrado senador norteamericano del mismo nombre, asesinado durante su carrera presidencial, y sobrino del también asesinado presidente John Fitzgerald Kennedy.
Vera afirma que:
«El Holocausto no comenzó en las cámaras de gas de Auschwitz y Treblinka, sino que fue precedido por nueve años de crecientes restricciones a la libertad personal, y la suspensión de derechos legales y civiles.
El escenario fue preparado por la propaganda del miedo y del odio.»
Llegaron a demonizar a los judíos como propagadores de enfermedades, comparándolos, como dice ella, «con los piojos».
Dando un paso más hacia adelante en su discurso, Vera Sharav sigue diciendo:
La verdadera enfermedad viral que infectó a la Alemania nazi es la eugenesia: la eugenesia es la ideología elitista que está en la raíz de todos los genocidios.
La eugenesia está envuelta en un manto de pseudociencia. Fue adoptada por el estamento académico y médico, así como por el judicial, en Alemania y Estados Unidos.
Los eugenistas justifican la desigualdad social y económica.
Legitiman la discriminación, el apartheid, la esterilización, la eutanasia y el genocidio.
Para lograr la «limpieza étnica», se hizo uso de la Medicina que, en lugar de proteger a los seres humanos, se convirtió en un arma en sí misma esterilizando de manera forzada, eliminando a enfermos mentales… hasta llegar a los ancianos de las residencias.
Todos ellos fueron considerados «infrahumanos» («untermenschen»), comedores despreciables.
¿No vemos una similitud con los cimientos de esa «nueva Humanidad» que pretenden tras el «Gran Reseteo» del Fondo Económico Mundial?
Uno de sus adalides, Yuval Noah Harari, consejero del inefable Klaus Schwab, la cabeza visible del FEM dice sin variar una micra de su expresión robotizada:
«La mayoría de los humanos se volverán económicamente inútiles y políticamente impotentes… estamos comenzando a ver una nueva clase de humanos… La Clase Inútil”
A continuación voy a colgar un vídeo que no tiene desperdicio con declaraciones de este individuo.
Entresaco las siguientes frases:
- “Quizás la pregunta más importante en la economía y la política de las próximas décadas será qué hacer con toda esta gente inútil”
- “La comida no es el problema. El problema es más aburrimiento, y qué hacer con ellos, y cómo encontrarán algún sentido de significado en la vida, cuando básicamente no tienen sentido, no valen nada”.
- ¿Y como receta para entretener los cerebros de los “inútiles”?: Drogas y juegos de computadora.
La actual capacidad de recopilar datos biométricos permite a las “élites” el poder de rediseñar la vida misma. “Estamos convirtiendo a los humanos en dioses”.
En el futuro, la gente pondrá su fe en la élite científica y el gobierno global. “Incluso los líderes religiosos confían en los científicos”, afirma Harari.
Enseguida me ha venido a la mente algo que me impactó. ¿Nos acordamos de la declaración del actual Papa Francisco hablando de la vacuna Covid-19?: «Vacunarse es un acto de amor».
Bueno, ya vemos por dónde van los tiros en la trama de esta película que nos está tocando vivir como personajes secundarios. Secundarios pero no por ello menos importantes. Aquí todos somos importantes.
John Coleman es un autor de pensamiento disidente británico y ex-espía del MI6. Actualmente, si todavía vive, tiene 87 años. En 1993 publicó un libro: «La historia del comité de los 300». En él se dice:
«Al menos 4 mil millones de «comedores inútiles» serán eliminados para el año 2050 por medio de guerras limitadas, epidemias organizadas de enfermedades mortales de acción rápida y hambre. La energía, los alimentos y el agua se mantendrán a niveles de subsistencia para los que no son de la élite, empezando por las poblaciones blancas de Europa Occidental y América del Norte y extendiéndose después a otras razas.»
¿Está claro el contexto en el que estamos en la actualidad?
Volviendo al discurso de Vera Sharav, esta valiente activista hace hincapié en la experimentación humana de la época nazi con el gas «Zyclon B», que al final se utilizó para exterminar a los judíos. Y tras hacer referencia a los experimentos médicos, se detiene en la importancia del «Consentimiento informado».
Al declarar el estado de emergencia -tanto en 1933 como en 2020-, la libertad personal protegida por la Constitución, los derechos legales y los derechos civiles fueron arrasados. Le siguieron decretos represivos y discriminatorios.
En la actualidad, el objetivo ya no es una etnia, son las personas que se niegan a ser inyectadas con las llamadas «vacunas», en realidad verdaderos fármacos experimentales de ingeniería genética.
En 2020, los dictados del gobierno norteamericano prohibieron a los hospitales tratar a los ancianos en las residencias. En España también se puso en marcha un dramático «triaje de guerra» en el que los ancianos enfermos no tuvieron oportunidad de ser atendidos como merecían.
El resultado fue no sé si un homicidio o asesinato en masa.
Los medios de comunicación guardan silencio, como entonces. Los medios de comunicación difunden un relato único, dictado por el gobierno, al igual que bajo los nazis. La censura estricta silencia las opiniones contrarias.
Hoy en día, los médicos y los científicos que desafían la narrativa aprobada son difamados, su reputación es arruinada. Se arriesgan a perder su licencia para ejercer.
El Código de Núremberg es el documento más autorizado y reconocido internacionalmente en la historia de la ética médica. Se formuló en respuesta a las pruebas de las atrocidades médicas cometidas por los médicos y científicos nazis y establece los límites morales de la investigación con seres humanos.
El Código de Núremberg rechaza la ideología de la eugenesia y afirma inequívocamente la primacía y la dignidad del ser humano individual, frente al “bien mayor de la sociedad”.
El Código de Núremberg responsabiliza personalmente a los médicos y a los investigadores de garantizar la seguridad de los sujetos humanos y de asegurarse de que la persona ha dado libremente su consentimiento voluntario y plenamente informado.
Las normas del Código de Núremberg se incorporan al Código Penal Internacional. Son legalmente aplicables hoy en día en tiempos de paz y durante la guerra. Su objetivo es garantizar que la medicina no se desvíe nunca más del principio ético de precaución: “Primero, no hacer daño” («primum non nocere»).
En el primero de los 10 principios éticos se puede leer lo siguiente:
“El consentimiento voluntario del sujeto humano es absolutamente esencial. Esto significa que la persona implicada debe tener capacidad legal para dar su consentimiento; que debe estar en una situación tal que pueda ejercer su libertad de escoger, sin la intervención de cualquier elemento de fuerza… coacción o coerción; y debe tener suficiente conocimiento y comprensión de los elementos del asunto en cuestión como para permitirle tomar una decisión comprensiva e ilustrada.
Esto… requiere que antes de la aceptación… haya una decisión afirmativa por parte del sujeto experimental… debe ser [informado de] la naturaleza, la duración y el propósito del experimento; el método y los medios con los que se va a llevar a cabo; todos los inconvenientes y peligros que razonablemente se pueden esperar; y los efectos sobre su salud o su persona que pueden derivarse de su participación en el experimento.
El deber y la responsabilidad de comprobar la calidad del consentimiento recae en cada individuo que inicia, dirige o participa en el experimento. Es un deber y una responsabilidad personal que no puede delegarse impunemente en otro.
Volviendo a la historia, al final de la segunda guerra mundial, agentes del gobierno estadounidense ayudaron a 1.600 científicos, médicos e ingenieros nazis de alto rango a eludir la justicia en Núremberg.
Estos criminales nazis fueron introducidos secretamente en los Estados Unidos bajo la Operación Paperclip. y colocados en puestos de alto nivel en las principales instituciones científicas y médicas estadounidenses, donde continuaron su trabajo.
En 1961, en su discurso de despedida a la nación norteamericana, el presidente Eisenhower advirtió contra el creciente dominio del “complejo militar-industrial” cuya influencia total -económica, política, incluso espiritual- se hace sentir en todas partes.
Eisenhower advirtió:
“Debemos estar alerta ante el peligro de que las políticas públicas se conviertan a su vez en cautivas de una élite científico-tecnológica”.
El propósito de los monumentos conmemorativos del Holocausto es advertir e informar a las generaciones futuras sobre cómo una sociedad ilustrada y civilizada puede transformarse en un universo genocida regido por una depravación moral absoluta.
La pandemia de COVID está siendo explotada como una oportunidad para anular los parámetros morales y legales establecidos por el Código de Núremberg. Este Código es nuestra defensa contra la experimentación abusiva.
La humanidad está actualmente asediada por los herederos globalistas de los nazis. Un grupo de multimillonarios despiadados e interconectados a nivel mundial se ha hecho con el control de las instituciones políticas nacionales e internacionales.
Continúa explicando Vera Sharav en un claro escenario conspiracionista. Se han embarcado en la implementación de una agenda diabólica:
- Derrocar la democracia y la civilización occidental.
- Despoblar la población mundial.
- Eliminar los estados-nación y establecer un Gobierno Mundial.
- Eliminar el dinero en efectivo y establecer una moneda digital.
- Inyectar identificaciones digitales y capacidades de inteligencia artificial en cada ser humano. Si estos objetivos se hacen realidad, estaremos vigilados digitalmente 24 horas al día, 7 días a la semana.
En mayo 2022, en el Foro Económico Mundial de Davos, Klaus Schwab, el arquitecto del distópico Gran Reseteo declaró:
“Seamos claros, el futuro no está ocurriendo; el futuro lo construimos nosotros, una comunidad poderosa aquí en esta sala. Tenemos los medios para imponer el estado del mundo”.
El objetivo final de estos megalómanos es conseguir el control total de los recursos naturales y financieros del mundo y sustituir a los humanos por robots transhumanos. Esto es la “Nueva Eugenesia”.
Lo abrazan los tecnócratas multimillonarios más poderosos del mundo que se reúnen en Davos: las grandes tecnológicas (Big Tech), las grandes farmacéuticas (Big Pharma), los oligarcas financieros, los académicos, los líderes gubernamentales y el complejo militar-industrial. Estos megalómanos han pavimentado el camino hacia otro Holocausto.
- Esta vez, la amenaza de genocidio es a escala mundial.
- Esta vez, en lugar de gas Zyklon B, las armas de destrucción masiva son armas biológicas inyectables diseñadas genéticamente y disfrazadas de vacunas.
- Esta vez, no habrá nadie que nos rescate.
A menos que todos resistamos, nunca más es ahora.
Si queremos evitar otro Holocausto, debemos identificar los ominosos paralelos actuales antes de que envenenen el tejido de la sociedad.
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Si no nos unimos , si seguimos dudando de galgos podencos. NOS DEVORARAN ESTOS GENOCIDAS» UN NAZISMO SI CABE PEOR QUE EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL»
nUNCA MÁS QUE NINGÚN RUIDOSO AMANECER PERTURBE LA PAZ DE ESTA TIERRA. Ana
Hola, Ana.
Ya pasó de largo el tiempo en el que podíamos callar y seguir adelante. Ha llegado el momento de posicionarse y de hablar claro. No podemos dejar que los de siempre mangoneen a su antojo nuestra existencia. Ya no es aquí o allá. La Humanidad entera está riesgo.
Cada vez veo más necesario el posicionamiento personal para, a continuación, generar una red alternativa al modelo de vida que quieren implantar sin escrúpulos.
Salud para ti y los tuyos.