Lectura de Verano

Se ha vuelto a repetir algo que me suele suceder muy a menudo, cuando  tomo un libro de mi biblioteca. Miro la fecha en la que lo compré…, y veo que han pasado un montón de años.

En esta ocasión, el motivo de la elección ha sido un viaje. A ver qué libros cojo… Además del que tengo empezado actualmente («El Campo»), me decidí por «Sanación espiritual e inmortalidad», de Patrick Drouot, un físico estudioso de la Consciencia (aquí os dejo una entrevista en «La Contra» de «La Vanguardia»).

He visto la fecha anotada en las primeras páginas del libro y pone «Marzo 1997», y la primera edición francesa era de 1993 (estoy leyéndolo en castellano en una edición de 1995).

En este libro, en el que me identifico con muchos de sus planteamientos, diferencio tres partes: el inicio, en el que presenta casos reales, tanto de personas con las que ha estado trabajando la Sanación como en su experiencia como «conejillo de Indias» en el Instituto Monroe de Virginia (EE.UU.).

Tras referirse y describir a la estructura energética del ser humano (sistema de cuerpos y chakras), hace hincapié en el proceso del «despertar de la Kundalini», nombrado así por la tradición hindú como el despertar de la consciencia en el ser humano, un verdadero vendaval de energía para el que es perentorio estar bien preparado para no desvariar en el intento.

Patrick repite en varios ejemplos cómo es posible que la Medicina (a través de la Psiquiatría) diagnostique muchos de estos casos de Psicosis (esquizofrenias, bipolaridades…) en los que las personas rompen contacto con la realidad y se sumergen a lo bestia en un mundo aparentemente tan «irreal» como cierto (si se viviera desde otras perspectivas de consciencia y se pudiera integrar en su justa medida).

Lo que realmente está sucediendo en esos casos es que la persona está siendo protagonista de un movimiento de energía desproporcionado para el común de los mortales, y los profesionales de la enfermedad no caen en la cuenta del proceso ni son capaces (tristemente) de integrar nada de lo que allí ven ante sus ojos…

Al final del libro, el autor describe los diversos niveles de consciencia existentes bajo su perspectiva experimental (aunque él mismo confiesa que no ha podido conseguir llegar a los últimos…, y que está convencido que, constitucionalmente, lo tiene vedado…).

Veo este libro como un buen punto de referencia para realizar trabajos internos…, aunque la información me haya llegado casi veinte años más tarde que su publicación… ¿Será éste mi mejor momento para sacarle partido a este libro de verano?

Libro fácil de leer, lo considero altamente recomendable para mentes abiertas.

Salud para ti y los tuyos.