Los Cambios en la Vida
(Imagen tomada de aquí)
Uno de los hechos que se pueden constatar en la vida es que las cosas cambian sin cesar… Entonces, ¿cómo es posible que vengamos predestinados a vivir dentro de un esquema genético rígido? Incluso, cuando miramos la posición de los astros en nuestra Cartas Natales, vemos que es ésa y sólo ésa la conformación de nuestra naturaleza humana…
En la carrera de investigación en la concreción del genoma humano, ése fue uno de los errores de bulto en que se cayó: conociendo la estructura genética de un ser humano, sabremos todo sobre él, cómo reaccionará, qué enfermedades tendrá…
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El error de bulto consistió en suponer que la estructura del genoma (de la naturaleza de un ser humano) es rígida cuando, lo que realmente es, es un dechado de capacidad plástica, un sistema interesantísimo de cómo poder adaptarnos a la vida en todas sus variantes…
Seguido de cometer este error de bulto ya descrito, la Ciencia abundó en otro error, aún más grande que el anterior (y consecuencia del mismo): considerar alrededor del 98% del genoma como «basura», dado que no regulaba la síntesis de ninguna proteína específica…
Y la realidad es más tozuda que la fijación de nuestros científicos: la vida es cambio, la naturaleza es cambio, el ser humano cambia sin parar…, y la estructura que permite todo esto es una cadena de bases dispuestas en espiral, que interactúa con el medio y reacciona, promoviendo realidades diferentes en una misma persona cuando las circunstancias varían…
¿Adónde voy con esta introducción? Pues a mostrar que lo que nos indican nuestros mapas (Carta Astral, Carta del Rave de Diseño Humano) es el organigrama general, nuestros grandes cimientos estructurales que nos muestran una función general de cómo hemos venido a ser; y, además, nos posibilitan una gran capacidad de adaptación, cuando vivimos en plena consciencia la vida en todo su abanico de posibilidades de cómo vivirla.
Pero nada es estático… También los astros van continuando su trayecto en los cielos (y también en nuestros mapas natales), dándonos la oportunidad de vivir procesos diferentes, nuevas experiencias a lo largo de nuestras vidas.
Esto es muy frecuente y sencillo de ver en consulta, cuando observamos la activación de una serie de herramientas que nunca antes la persona había poseído…; y, como si fuera mágico, el Universo, la Vida, le ofrece a la persona una o varias situaciones concretas en las que puede utilizar esas herramientas novedosas.
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Como seres humanos, creemos (de forma ilusoria) que nos conocemos, que sabemos en qué consiste la vida, nuestro paso por ella…, y lo que realmente sucede, bajo mi punto de vista, es que formamos parte de un Plan (que el ser humano no atisba a identificar y menos a comprender) en el que se nos da la oportunidad de participar en él con un esquema personal básico integrado y permanente (las características básicas de nuestros mapas natales) y, en cada momento, con posibles herramientas diferentes en nuestra mano, con la libertad de decidir sobre cuál es nuestra mejor manera de participar en el Plan, como si fuera una gran obra de teatro en el que sus actores estuvieran actuando con la capacidad de improvisar según su necesidad ante situaciones nuevas.
Lo interesante es que, con una misma cartografía personal base, podemos vivir realidades diametralmente opuestas. Y que la mejor manera de dilucidar sobre nuestros pasos en la vida y su conveniencia, es el índice de satisfacción y armonía interna. Está claro que «de donde no hay mata, no hay patata». Si yo no vivo en armonía, poca armonía voy a ser capaz de generar a mi alrededor…
Salud para ti y los tuyos.