No soportan la idea

(¿Dispones de 4 minutos para leer este texto?)

Como ya es habitual en este blog, y como deferencia a las personas que prefieren escuchar a leer, voy a colgar a continuación el vídeo del texto.

Me he lanzado a escribir este texto por algo que me parece de sentido común, una cosa que da la sensación de que no abunda en el actual escenario de la realidad.

He leído un artículo del diario «Última Hora» (de Paraguay) que me ha llamado mucho la atención por el mensaje que emite a sus lectores.

Lleva por título «El Gobierno de EEUU contrata a un escéptico para dirigir estudio sobre las vacunas».

Y como subtítulo «El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos contrató a un investigador escéptico sobre el uso de las vacunas para dirigir un estudio que determine si estos medicamentos causan autismo, informó este miércoles The Washington Post».

De forma resumida, en el contenido del artículo en cuestión hacen ver lo improcedente de elegir a una persona escéptica para estudiar un efecto de una sustancia concreta en la salud de la población.

Bueno, pues a mí me parece la mejor manera de dirigir un estudio: desde el escepticismo. Es decir, desde la ausencia de prejuicios sobre si el resultado va a ser éste o aquél.

Pero la agencia EFE, que es la encargada de diseminar este texto en base a un artículo original del diario «The Washington Post», va más allá. Afirma que la elección de la persona encargada de dirigir el estudio que va a dilucidar si las vacunas infantiles se asocian causalmente o no con el autismo puede derivar en un estudio «defectuoso» con consecuencias de gran alcance.

Ahora me pregunto yo: ¿qué ocurre entonces con la inundación de estudios aparentemente científicos que se han realizado intentando manipular datos para negar proactivamente la vinculación entre vacunas y cualquier efecto adverso importante?

¿Quiénes han realizado esos estudios malintencionados y costeados directa o indirectamente por la industria farmacéutica? ¿Han sido científicos independientes o personajes que ya tenían el resultado de sus estudios grabados a fuego en sus mentes antes de ponerse a la faena?

¿Han sido verdaderamente escépticos, o sea neutrales, en el tema o han estado fuertemente sesgados hacia el mensaje buenista sobre las vacunas, eso de «seguras y eficaces forever and ever», pase lo que pase, se demuestre lo que se demuestre?

¿Recordamos lo que ha ocurrido con los engendros anticovid? Existe una fila interminable de personas que han padecido secuelas de todo tipo, incluso miles de muertes, y que siguen a la espera de una respuesta de apoyo estatal en cualquier nación del mundo.

¿Por qué ese miedo a estudiar los posibles efectos de las vacunas, aunque ahora sean las tradicionales? El hecho de que se hayan inoculado a millones de niños durante muchos decenios no impide que puedan relacionarse con daños, ¿no? Que no se preocupen, que la futura investigación en ciernes será examinada con una lupa tamaño «supermegahiper».

Ahora, realmente espero que el encargado de dirigir el estudio, acusado antes de hacer nada de una parcialidad demonizada, lo haga con todas las garantías de una buena actuación científica.

¿Alguien puede creer que los mal llamados «antivacunas» no desean preservar la salud de sus hijos? Si se comprueba que las vacunas actuales están ligadas a futuras enfermedades en los niños, ¿no es legítimo hacer desaparecer dichos productos?

Yo no tendría ningún problema en recomendar una vacuna si supiera que es realmente «segura y efectiva», pero ya tenemos el culo pelado con ese mensajito.

Faltan estudios serios, con garantías, realizados precisamente por científicos escépticos, que no se casen con nadie, que no tengan ningún interés que pueda generar sesgos en sus trabajos de investigación. Ya tenemos demasiados estudios sesgados hacia el interés de la industria.

Aunque no soporten siquiera la idea de que se pueda comprobar desde la Ciencia la vinculación de  efectos adversos graves con las vacunas… soplan vientos de cambio.

¡Ya ha sido más que suficiente!

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Salud para ti y los tuyos.