Pasaporte Covid y Vacuna Obligatoria
Ayer, un compañero de trincheras varias me envió un escrito que había redactado con la finalidad de ser publicado en medios de comunicación.
No, no somos ilusos. Llegará un momento (espero que pronto) en el que la libertad de expresión pueda ejercerse en lugar de la censura actual. El escrito se puede ver actualmente en Plaza Nueva.
Como viene siendo habitual, a continuación voy a colgar el vídeo editado para esta entrada del blog, pues siempre hay personas que prefieren escuchar a leer.
PASAPORTE COVID Y VACUNA OBLIGATORIA. LA NUEVA ESTRELLA DE DAVID QR–DIGITAL.
Me gustaría dar mi opinión sobre la obligatoriedad de las vacunas y el pasaporte COVID, propuestas tiránicas y discriminatorias que muchos políticos, tertulianos y articulistas con una casi sorprendente unanimidad y simultaneidad ya defienden abiertamente. Al parecer se trata de “promocionar la vacunación” restringiendo y violando los derechos y libertades fundamentales y constitucionales de los que libremente han elegido no vacunarse. Lo de “libremente” es un decir porque estamos ante una obligatoriedad coactiva indirecta. Más perversa si cabe, por su objetivo de soslayar la grave cuestión de la violación de los derechos humanos y ciudadanos más fundamentales y consagrados por el derecho occidental, incluidos el español y el foral.Supongo que nuestros políticos conocen el hecho histórico de que la dictadura sanitaria fue uno de los pilares del régimen nazi. Por supuesto, justificada por los elevados ideales del bienestar de la raza alemana. La consabida cantinela del BIEN COMÚN que tanto oímos en boca de los que defienden estas tiránicas medidas. Claro que ni la ciencia ni el derecho acabaron dando la razón a Hitler. Y para evitar que se repitieran sus crímenes tenemos hoy el Código de Nuremberg, en el que se prohíbe expresamente cualquier procedimiento o intervención médica experimental sin el consentimiento informado y libre de su destinatario.
¿Son realmente conscientes Vds. de lo que la imposición de estas vacunas o inoculaciones supondría para nuestros derechos y libertades? Una medida de ese tipo haría añicos las bases políticas y sociales de nuestro modelo de Estado y sistema de derechos humanos, civiles y políticos. Supondría la pérdida del derecho del individuo a decidir sobre su propio cuerpo (mi cuerpo, mi decisión); o sea, el aterrador precedente de que el Estado nos arrebate nuestra autonomía personal, fundamento ético de nuestra civilización occidental.
Toda esta serie de vacunas han sido autorizadas por la vía extraordinaria de emergencia y están en fase experimental. Las cobayas son nuestros mayores, nuestros hijos y nosotros mismos. Respecto a la eficacia, y hablo de la versión oficial, tampoco está nada claro que vacunarse evite ni el contagio propio ni contagiar a otros. Ni siquiera enfermar gravemente. Hay serias dudas de su eficacia con toda la población vacunada. ¿En qué cabeza cabe hablar de una “pandemia de no vacunados” en Gibraltar o en Israel, ambos con un cien por cien de su población vacunada? ¿Cómo pueden pedir Vds. la vacunación obligatoria ante semejantes fracasos, Sres. políticos? ¿Por qué no hablan de esto en vez de atacar al chivo expiatorio del no vacunado, incluida la población infantil? ¿No les da vergüenza seguir poniendo en la diana de todo tipo de violaciones de derechos (al trabajo, a la libre circulación, al ocio, a la cultura, a la educación, etc.) a quienes no renuncian a sus derechos humanos? ¿Defienden Vds. que se marque a hombres, mujeres y niños–as con esa “estrella amarilla QR–digital” —exactamente como hizo con los judíos el régimen nazi—? ¿Van seguir Vds. defendiendo el brutal “APARTHEID” del no vacunado que se pretende imponer?
Por no hablar de otras formas y métodos de atajar la pandemia que han sido silenciados y sacados del tablero de forma brutal y poco democrática, sin debate —tal y como explicaba el Obispo de Bayona este verano en una interesante carta publicada en su web diocesana—. Con más espacio, podríamos repasar todas las premisas para plantearnos en serio la defensa de la obligatoriedad de estas vacunaciones/inoculaciones.
Hay una línea infranqueable que sigue siendo el principio ético de los derechos humanos individuales. Sólo la tiranía apela a un bienestar general, constructo que ella misma define sin debate ni apelación posible, para justificar el sacrificio de muchas otras vidas. Se echa de menos la voz de muchos tertulianos defensores de las minorías. Sorprende el clamoroso silencio, de los defensores del diferente. Alarma el descarado mirar para otro lado de tantos tertulianos adalides de los derechos humanos, en lo que respecta al derecho de los no–vacunados a decidir qué medidas de salud escogen, sin ser sometidos a graves coacciones y desposeídos de casi todos sus derechos y libertades: al trabajo, el ocio, los viajes, la libertad de movimiento, etc…Y en algunos casos ya no se limita a mirar para otro lado, sino que se llega a una agresividad contra el NO VACUNADO que respecto a cualquier otro tema sensible de moda desencadenaría un aluvión de peticiones a la fiscalía para actuar urgentemente por un DELITO DE ODIO. Sin embargo, en esta caza de brujas, casi todos callados, cuando no aplaudiendo con las orejas.
La tiranía se caracteriza por la censura. No existe la deliberación colectiva. Pues vamos de cabeza a una brutal tiranía porque se está silenciando a científicos y médicos disidentes, y no pasa nada. Se censura, ridiculiza e insulta a quienes no comulgan con la rueda de molino estatal, y tampoco pasa nada. Ya es hora de que abramos el debate sobre la libertad de expresión y de deliberación – fundamental premisa para un sistema que se autodenomina democrático—.
Me despido con una frase de nuestros ancestros; seguro que les suena. Está en el monumento a Los Fueros de Navarra: “Se erigió este monumento para simbolizar la unión de los navarros en la defensa de sus libertades, LIBERTADES aún más dignas de amar que la propia vida”. Invito a los políticos navarros que apoyaron por activa o por pasiva DOS CONFINAMIENTOS ILEGALES a releerla. No queremos dictadura sanitaria
ni nuevas estrellas de David QR–digitales. ¡LIBERTAD! ASKATASUNA!Reflexionemos y actuemos en consecuencia para evitar que vuelvan tiempos oscuros de tiranía, discriminación, ostracismo social y división entre las propias familias. Tiempos de DICTADURA en que no ir a misa en un pueblo era un problema grave. ¿Has ido a misa? ¿Te has vacunado? Ahí lo dejo…
Saludos.
Carmelo Santolaya.–
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Salud para ti y los tuyos
Quince diitas para aplanar la curva, luego más, luego bozal, luego cierres, luego fuera, luego dentro, luego vakunas, luego todo junto, luego 70%, luego 80%, ahora covipass, ahora niños, ahora 3ª dosis, ¿ luego.?…. Siempre estamos en el mismo punto, pero con más medidas y más perjudicados; y ¿la pandemia? ; bien, gracias.
Saludos y gracias por la labor que haces.
Hola, Eduardo.
Sí que esto es el cuento de nunca acabar, y desde el principio me huele a chamusquina.
Gracias por tu comentario.
Salud para ti y los tuyos.
¿Y la libertad de los vacunados de no querer compartir espacio con no vacunados? ¿Esa libertad no la contemplas?
Hola, Pepe.
Evidentemente, cada uno es muy libre de compartir espacio con quien quiera. Pero otra cosa es la discriminación impuesta que se está haciendo de facto por las autoridades y la presión en ese sentido que están ejerciendo los mass media. ¿O no es así?
Y, de todas formas, no entras en la raíz del tema. Cuando una «vacuna» no es eficaz y puede hacer que la persona «vacunada» pueda contagiarse y contagiar… ¿tiene algún sentido sanitario semejante medida restrictiva?
Salud para ti y los tuyos.
¿Y cómo saben los vacunados que no comparten espacio con no vacunados? ¿Por ciencia infusa?
Las cifras muestran a las claras que la vacuna es eficaz en la reducción de la mortalidad. Es verdad, a la hora de evitar la transmisión no parece que lo sea. Si tienes tú una solución mejor que ofrecer al mundo, adelante.
Hola, Pepe.
Evidentemente, no se podría saber… Pero ¿para qué quieres saberlo? ¿De qué tienes miedo? ¿Crees que un germen concreto con el que puedas tomar contacto, sin más, te va a matar? Tomando las estadísticas, ¿quién está muriendo? Generalmente, como grupo estadístico, son personas que van a morir. Por una gripe… o por un invierno más duro. Extrememos la vigilancia en esos grupos de riesgo y dejemos vivir en paz al resto.
A mi modo de ver, se están sacando las cosas de quicio. Si desde un principio se hubieran tomado en serio las políticas de protección específica de la población en riesgo (Declaración de Great Barrington) y no hacer las barbaridades que se han hecho en nombre de la ciencia, a estas alturas ya tendríamos la tan cacareada (y no conseguida) inmunidad de grupo.
Yo no soy quién para ofrecer al mundo una solución, pero creo que tengo el suficiente criterio como para darme cuenta de que se nos está llevando a una situación de irracionalidad nunca vista en la historia de la Medicina. La pandemia acabó en mayo de 2020. Lo demás ha sido una construcción de oleadas de casos, con una pertinaz utilización de PCR fraudulentas y un acoso a quien osara obtener una prueba +.
Y ahora, están viniendo las consecuencias de las vacunaciones. Y no sólo por las reacciones adversas. ¿Tú crees que los sistemas de farmacovigilancia y las farmacéuticas (obligados todos ellos) están haciendo un seguimiento de lo que se está provocando con los pinchazos? Yo te aseguro que no. Y así nos va. Sin hablar de los «escapes» en forma de nuevas variantes… Un bucle sin aparente fin.
Salud para ti y los tuyos
GRACIAS
Hola, Juan Miguel.
Gracias a ti por tu reacción.
Salud para ti y los tuyos.