Quién es el Dueño de mi Salud
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Hace unos días he recibido por el canal de Telegram de Médicos por la Verdad un enlace a una Consulta pública previa que ha lanzado el gobierno, a través del Ministerio de Sanidad, sobre el ANTEPROYECTO DE LEY DE CREACIÓN DEL CENTRO ESTATAL DE SALUD PÚBLICA.
Como viene siendo habitual, a continuación voy a dejar colgado el vídeo con el texto de este escrito. Algo que hago para aquellas personas que prefieren escuchar a leer.
Junto al enlace a esta consulta pública, en el canal se estimulaba a los lectores a que interpusiéramos alegaciones (fecha límite el 2 de marzo) a través del correo normativa_dgsp@sanidad.gob.es.
Paralelamente, recibí la misma información por diversas vías. Como no sabía de qué iba la cosa, me leí el contenido de la Consulta pública. Busqué algún tipo de motivo por el que podría interponer una alegación… pero me encontré que en el texto se hace referencia a la constitución de un organismo estatal que pudiera integrar la información dispersa de los actuales Reinos de Taifas en materia de salud pública.
Y sobre el papel… eso me parece correcto. Me sobrevinieron recuerdos de la lucha habida recientemente entre las diversas autonomías en la asunción de medidas restrictivas de nuestras libertades individuales. Parecía que hicieran una apuesta a ver qué reyezuelo «la tenía más larga»…
Como digo, para que haya una mayor homogeneización en la información e igualdad en nuestros derechos (y estoy mirando al nivel del techo, no a los mínimos a los que nos empujaron desde todos los gobiernos) es importante la valoración global de la realidad.
La información es interesante que esté abierta, sea transparente y homogénea. Quiero decir con esto que si estamos contando manzanas, que todos los encargados de contar dentro del Estado, en todas las cuentas… cuenten manzanas, y que todos sepamos que son manzanas. No es de recibo que unos cuenten manzanas y otros ciruelas.
Con esta tontería me estoy refiriendo, por ejemplo, a lo que ha pasado (y sigue pasando) a la hora de contar los casos y los muertos Covid-19. No hay por dónde cogerlo. Que engloben en el saco de Covid a personas sanas… o a las que han fallecido por otras causas diferentes pero que tuvieran una PCR+… ¡¡Una total desfachatez!!
Volviendo al tema principal, este tipo de organización general, en cuanto a la información sobre Salud Pública a nivel del Estado, creo que puede ser interesante… y por ello deseché escribir ninguna alegación.
Además, en este documento no se concretaba ninguna medida que pudiera ser sospechosa y me llevara a plantear alguna alegación… y así se lo comuniqué a las personas que me preguntaron al respecto.
Hoy he visto en el canal de Médicos por la Verdad un modelo de alegación [*] a esa consulta pública y lo he leído con detenimiento para ver qué se podía alegar del texto leído ayer y que se me podría haber pasado por alto.
En el contenido de la alegación se hace referencia a un consenso de la Asamblea Mundial de la Salud (1 diciembre 2021) para poner en marcha la negociación de un acuerdo global, mundial, para luchar contra las pandemias. El enlace por el que podéis acceder a dicho acuerdo es éste.
Tras leer el escrito de la Unión Europea al respecto, ya la cosa empieza a sonarme a viejas cantinelas con palabras ampliamente repetidas por nuestros políticos: solidaridad colectiva, equidad, resiliencia, inclusión, transparencia…
Claro que todo ello lo muestran así para llegar a conseguir un bien común muy loable: la detección, pronta alarma y respuesta unificadas en el marco de la OMS de cara a futuras pandemias.
Ahora bien: ¿tengo que creer que esas organizaciones supranacionales (Unión Europea, OMS) van a dirigir la cosa para fomentar mi salud, mi bienestar? ¿Como lo han hecho en esta ocasión con el tema Covid-19?
Dicen que es necesario que la comunidad internacional esté mucho mejor preparada y que su reacción ante posibles pandemias futuras esté mejor coordinada en las fases de detección, alarma y respuesta.
Pero… ¿por qué debería haber futuras pandemias? ¿Cómo se podrían evitar? Yo lo tengo muy claro: si se prohibieran las investigaciones de «ganancia de función», esos estudios en los que se juega a ser dioses toquiteando gérmenes, virus, modificando sus estructuras… y poniendo en peligro al resto de la humanidad, seguramente no habría pandemias.
Esta pandemia les ha venido muy bien para pisar a fondo en el acelerador de la globalización, al igual que al desarrollo de las tecnologías de aplicación genética en fármacos, vacunas incluidas. Se ha avanzado lo que, en condiciones normales, habría costado más de una decena de años.
Sinceramente, de una organización como la Unión Europea que ha permitido que su órgano rector, la Comisión Europea, haya acordado una serie de contratos opacos con las empresas farmacéuticas eximiéndoles de toda responsabilidad por las consecuencias de introducir sus productos en los cuerpos de la población…
Que una agencia reguladora como la EMA, que da la impresión de que forma parte del equipo de comercialización de las propias empresas farmacéuticas. Una EMA que al estructurar el sistema de recogida de datos sobre reacciones adversas a las vacunas, parece que más que algo accesible y transparente, parece más un jeroglífico del que, si se quiere tomar datos filtrados, a una persona normal le pueden «dar las uvas» en el intento…
¿Transparencia? ¿Bien común? ¿Salud para todos? Pues a estas alturas del juego, no me lo creo. Así de claro.
Se puede leer en este enlace una nota de prensa del Ministerio de Sanidad español en la que expresa lo siguiente sobre la Red de Vigilancia en Salud Pública:
- El propósito de esta Red de Vigilancia es apoyar a la autoridad sanitaria y a los profesionales de la salud pública con la mejor evidencia disponible para liderar y afrontar con eficacia los problemas de salud de la población, de forma oportuna y eficiente.
- La Red de Vigilancia irá dirigida a la protección de la salud, la prevención de las enfermedades en la población y la organización de respuestas para minimizar su impacto, la mejora de la planificación de recursos del SNS, la definición de las líneas prioritarias de la investigación sanitaria y a garantizar la coordinación entre administraciones sanitarias para la consecución de las anteriores finalidades.
- Tiene por objeto desarrollar un sistema de alertas para disponer de capacidades e instrumentos que permitan la preparación y la respuesta del sistema sanitario ante amenazas para la salud humana.
- La nueva Red permitirá hacer un adecuado seguimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y será la base sobre la que crear un nuevo sistema de salud pública más ambicioso, integrado y mejor articulado.
- Por último, mejorará el trabajo en red con los Estados Miembros de la UE ante futuras amenazas para la salud, en línea con los compromisos adquiridos con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) y la Autoridad para la Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA).
Todo son bonitas palabras, buenas intenciones… el clásico mensaje buenista para atraer la atención y la colaboración de la población en su propia desarticulación como parte fundamental de la sociedad en la que habita.
La cuestión es que eso de la Agenda 2030… Estar a merced de grupos u organizaciones que hasta la fecha no me han demostrado nada que permita ninguna confianza sobre su gestión… como que me da para atrás. Sobre todo, si me informo sobre lo que hay detrás de esa agenda globalista.
Alfonso Longo es una persona que conocí a través de sus vídeos explicativos sobre la discordancia entre la realidad que él veía y calculaba a través de las estadísticas oficiales y la versión que escuchábamos insistentemente sobre la pandemia desde las voces oficiales y oficiosas.
Es una persona que sabe leer datos estadísticos. Está habituado a ello, pues como formación posee el grado de doctor ingeniero industrial y tiene un master de dirección de empresas. Además. por si fuera poco, es un buen comunicador.
Paulatinamente, su discurso se fue orientando a que la «plandemia» era una excusa a utilizar para llegar al globalismo, el transhumanismo, la fusión del ser humano y las máquinas. Eso que se oye como la «mejora» del ser humano. Una evolución del ya apenas utilizado «Nuevo Orden Mundial».
Tuve ocasión de escuchar a Alfonso en vivo y en directo en Pamplona en una «charleta» que dio sobre la Agenda 2030… y la línea argumental que empleó fue clara e incuestionable. Sobre todo, cuando vemos que esta Agenda está siendo tomada en consideración por todas las formaciones políticas… y no sólo en España.
Si queréis obtener más información sobre el tema, buscadle en la red. Bueno, y a otras personas también… pero Alfonso me transmite credibilidad.
Mientras tanto, voy a realizar una alegación a este inicio del Plan a través del modelo [*] que ya he dicho que he visto en el Canal de Médicos por la Verdad.
[*] Lo he reeditado ligeramente por cuestiones de estilo.
Si queréis enviar también alguna alegación, hacedlo a la dirección de correo normativa_dgsp@sanidad.gob.es, y no os olvidéis que el plazo acaba el día 2 de marzo.
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Salud para ti y los tuyos