Rellenando el Árbol Genealógico
Una vez vista la importancia del árbol genealógico, vamos a construirlo… En sí mismo, es de lo más sencillo. Las dificultades pueden sobrevenir, en todo caso, a la hora de obtener los datos exactos de algún familiar concreto.
Para empezar, vamos a colocar como datos importantes el nombre de pila (con el que se bautizó) cada individuo, sin desdeñar el apelativo con el que se hace o hacía llamar la persona, y sus fechas de nacimiento y defunción (si es que ya ha fallecido).
Es importante también el orden en la venida a la vida, el orden de hijo que ocupa cada persona en su familia, teniendo en cuenta quienes hayan podido fallecer, tanto lo hayan hecho de adulto, de niño, de recién nacido o sin llegar a nacer (abortos, tanto naturales como provocados). Cada ser ocupa un lugar, independientemente de lo que pensemos al respecto.
Voy a intentar ilustrar todo esto a través de un ejemplo inventado.
Una persona, Enrique, va a confeccionar su árbol genealógico. Para ello, va a tomar a los miembros de su propio escalón, a sus hermanos, comenzando a la izquierda en orden de mayor a menor, y va a colocar sobre el escalón anterior a sus padres, Martín José y María Engracia. Vamos a insertar sus fechas de nacimiento.
Observamos que esta pareja ha tenido cuatro hijos y un aborto (el cuarto de los cinco embarazos). Es importante, y por eso lo repito, colocar a cada hijo en el orden de gestación, de izquierda a derecha, incluyendo en la descripción los abortos sufridos, tanto sean voluntarios como espontáneos.
A cada persona se le suele representar con un triángulo o un círculo, según sea varón o mujer, respectivamente. Los abortos son señalados con un trazo similar a lo que podéis ver en el dibujo, colocado en este árbol de ejemplo en el cuarto lugar de los embarazos. Como veis, la persona central del árbol, la que lo ha pedido, Enrique, queda remarcada con un cuadrado
En el caso de María José, la tercera hija, vemos que ha muerto, por lo que se incluye también en el árbol la fecha de su fallecimiento, con el signo indicativo correspondiente (habitualmente, una cruz).
Fácil, ¿no? Bueno, pues, para proseguir hacia atrás, se hace lo mismo, incluyendo en el árbol a las personas de otros escalones generacionales anteriores. Cada uno de los padres proviene de sus propios padres, los abuelos de Enrique; y se incluye en el árbol también a los hermanos de sus padres, los tíos, en el orden en el que vinieron a este mundo.
Tal y como he incluido los datos de la familia paterna (padres y hermanos del padre), se incluyen los datos correspondientes a la familia materna en el sitio correspondiente. No los voy a incluir en este ejemplo porque en ese tamaño de fuente no me caben, literalmente… Os hacéis una idea de cómo se hace, ¿no?
Para que no os pase como a mí en este ejemplo, tomad un folio, un papel Din A4 en apaisado, y disponeos a colocar vuestros datos en la parte central inferior del papel para que, con cada generación hacia atrás (hacia arriba en el papel), tengáis sitio suficiente como para incluir los datos de cada cual…
En otra entrada siguiente iré describiendo algún ejemplo de interacciones clásicas que se pueden observar en el árbol y que pueden ayudar a esclarecer, identificar y comprender realidades familiares que nos afectan sin nosotros saberlo ni quererlo.
Salud para ti y los tuyos.