Reunión del VRBPAC
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Hace unos días recibí un mensaje desde la página del abogado activista norteamericano Robert Kennedy en la que indicaba que el día 26 de enero se va a producir una reunión del VRBPAC
Como ya es habitual en este blog, y como deferencia a las personas que prefieren escuchar a leer, voy a colgar a continuación el vídeo del texto.
VRBPAC es un grupo de expertos que asesora a la FDA, el regulador norteamericano de alimentos y fármacos. Teóricamente, este grupo se debería reunir antes de que la FDA emitiera una resolución que tuviera que ver con estos temas. Otra cosa es que se reúna siempre… y que le hagan caso a las objeciones que se escuchan en dichas reuniones.
Hay múltiples ejemplos de reuniones en las que, aunque se han vertido comentarios en contra de algún producto, la votación final ha ratificado la conveniencia de recomendar el producto que fuera.
No es que crea en la buena fe de este tipo de «tejemanejes» que se producen en los organismos tipo a la FDA, reina de chanchullos monumentales en la historia de la autorización de sustancias, pero cuando se me presenta la oportunidad de enviar un comentario a ese grupo de expertos, no desaprovecho la ocasión.
El procedimiento indicado es rellenar un formulario determinado para tal función.
Y, ni corto ni perezoso, he redactado el siguiente comentario:
Como MD, PhD, ante la próxima reunión del VRBPAC el 26 de enero, me veo en la necesidad de mostrarles varios aspectos relacionados con la vacuna covid-19.
La indicación generalizada de una vacuna se debería dar, en todo caso, ante una enfermedad con altas tasas de mortalidad.
En covid-19, las tasas de mortalidad rondan las de una influenza de cierta gravedad; no más.
Y, si nos detenemos a observar en los rangos de edades más jóvenes, la mortalidad es muchísimo menor que en la influenza.
La indicación generalizada de una vacuna estaría justificada ante una enfermedad si no hubiera disponible cualquier otro tratamiento para combatirla.
En covid-19 se han experimentado con éxito notable otras sustancias disponibles en la farmacopea clásica: ivermectina, N-acetil-cisteína, vitaminas C y D a altas dosis… sobre todo en etapas incipientes de la enfermedad.
Se ha realizado una «caza de brujas» para ocultar e, incluso, prohibir el uso de estas sustancias.
La indicación generalizada de una vacuna estaría justificada si no generara peligro de reacciones adversas graves.
El listado de notificaciones de reacciones adversas en todas las aplicaciones de identificación (como VAERS) es enorme si lo comparamos con las notificaciones para cualquier otra vacuna en la historia de la Medicina.
La existencia de un exceso de mortalidad en todos los países donde se ha procedido a la vacunación masiva de sus poblaciones es notorio. Todavía no se puede establecer una relación de causalidad, pero sí que existe el principio de precaución para poderlo aplicar cuando se puede observar una correlación cronológica ante ambos fenómenos.
Asimismo, las tasas de natalidad han disminuido dramáticamente en la mayor parte de los países tras la introducción de la vacunación masiva. Aumento de mortinatos y disminución de la fertilidad tanto en mujeres como en hombres.
No está justificado implantar de forma impositiva una vacunación masiva con unos productos que no han pasado, por su celeridad y la destrucción de los grupos placebo en sus estudios clínicos (todavía inacabados), los controles mínimos exigibles, más si cabe ante productos de tal novedad tecnológica y con elementos genéticos.
Me parece imprescindible que se planteen las consecuencias históricas sobre sus decisiones a la hora de discutir la conveniencia o no de tales vacunas en la población, y su responsabilidad por las consecuencias generadas. ¡Ah!, me olvidaba de la exención de responsabilidad civil y penal con la que se han protegido las empresas productoras de dichas vacunas.
Un auténtico despropósito tendente a no valorar las consecuencias lamentables que puedan producir estos productos farmacéuticos.
Con la mejor intención de que se replanteen las políticas sobre mandatos de vacunación masiva, se despide este médico con 40 años de ejercicio profesional sin ninguna exención de responsabilidad por sus actos en consulta.
Puedo ser catalogado como un iluso al creer que este escrito o cualquiera que otros profesionales de la Medicina puedan enviar a este comité sea leído y mucho menos tenido en cuenta. Pero desde aquí animo a redactar y enviar comentarios de este tipo antes de la reunión del día 26 de enero.
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Salud para ti y los tuyos