San Valentín
Imagen tomada de aquí.
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Parto de la base de que, generalmente, no soy dado a seguir esta clase de tradiciones que se han instaurado en nuestras sociedades a lo largo de los tiempos.
La celebración de San Valentín es una de estas fechas señaladas en el calendario y a la que muchas personas miran con interés. Y el perfil de estas personas es fácil de suponer: una persona enamorada de su pareja.
Pues sí, el día de San Valentín nos ha llegado como el «día de los enamorados». Y, como mi memoria sigue siendo «de pez», he tenido que volver a la red para enterarme sobre el origen de dicha conmemoración.
En varios sitios en los que he buscado, todos relatan al unísono que Valentín fue un sacerdote que se cree que vivió en Roma en tiempos del emperador Claudio II, allá en el siglo III de nuestra Era.
La historia que se puede leer en todos los sitios es que, en aquel entonces, habían prohibido casarse a los jóvenes enamorados para favorecer su alistamiento en el ejército. El sacerdote se dedicó a unir a las parejas en secreto… hasta que llegó a oídos de la autoridad, y fue ejecutado un 14 de febrero.
Bueno, también he leído que la tradición puede provenir de las fiestas de las «lupercales», de origen «pagano», para propiciar la fecundidad de las mujeres. Y también se ha relacionado con el inicio de la primavera, momento del año en el que las aves se emparejan…
El caso es que, en la actualidad, de forma generaliza en Europa y América, existe la tradición de regalar algo a la persona amada.
¿Y qué se puede regalar? ¿Una Rosa roja? En principio, cualquier detalle puede ser suficiente puesto que el amor se puede expresar a diario.
Hay personas que, sin embargo, y no para demostrar nada que no pueda remplazarse con una mirada cómplice o un susurro, se plantean hacer regalos más «visibles»: ropa, alguna joya… Otras, también se las ingenian para que, además del detalle, el regalo sea algo imaginativo.
Y aquí entro yo. Te propongo un regalo diferente y, a la vez, práctico y con consciencia. Una manera de que la otra persona se conozca mejor, pueda colocarse en la vida de forma más equilibrada… y, quien regala, también sale ganando.
Realizo una descripción personalizada de las herramientas que la persona ha traído a este mundo jotero. A partir de unos pocos datos del nacimiento, se pueden conseguir dos mapas natales, de los que se pueden sacar informaciones muy interesantes de cara a ser aprovechadas en la vida cotidiana.
Si quieres más información, puedes leer la entrada que hice hace ya un tiempo sobre este tema o ver el siguiente vídeo.
Si te parece que puede ser un buen regalo, sólo tienes que ponerte en contacto conmigo a través del formulario de contacto o del teléfono 633.215.355 y reservarlo para regalar (o regalártelo). Por más de un encargo simultáneo te beneficiarás de un descuento.
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Salud para ti y los tuyos