Sorpresas y cambios
- No es moco de pavo cantar en el «Lincoln Center» en Nueva York.
- La siempre interesante relación artística con uno de los grandes directores de orquesta del panorama mundial: Rafael Frübeck de Burgos.
- La dificultad añadida de memorización (sí, sí, va de memoria) de una obra como los «Carmina Burana» de Carl Orff.
Según mi entender, estamos viviendo en unos momentos planetarios de cambio. Cambio que se está produciendo, le pese a quien le pese, y ninguna resistencia, aunque todas son «legítimas» en el plano espiritual, va a impedir que se lleve a cabo.
Como podéis saber las personas que me leéis con cierta frecuencia, he sido coordinador del grupo Salud del movimiento verde a nivel estatal, primero formando parte de la Coordinadora Verde y, después, renombrándonos con la marca Equo. Desde mi particular forma de concebir lo sanitario, integrado con la realidad del ser humano y no desde percepciones reduccionistas, simples, consecuencia de ver el cuerpo como un algo separado del psiquismo, he peleado para que sean tenidos en cuenta por el grupo otros procedimientos que actualmente ayudan a las personas a buscar su salud, independientemente de la toma de fármacos.
Pues es como si mentara a «la bicha». En cada ocasión en la que he introducido el tema por diferentes motivos (programas electorales, apoyos a colectivos de pacientes…), sistemáticamente surgen miembros del grupo que torpedean todo aquello que no tenga el sello de «calidad» de la Ciencia. Y es que, no nos engañemos, el actual sistema científico (generalizo pero sé de intentos de muchos científicos en dar pasos hacia adelante) está encorsetado en la máxima del cartesianismo: «pienso luego existo». Todo lo que no se pueda medir, dimensionar de cualquier manera, reproducir en las misma condiciones por diferentes personas…, no existe. Así de claro.
Bueno, pues ya ha llegado mi momento de despedirme de ser estandarte en ese ámbito y he dejado el puesto de coordinador del grupo. Ya me vale como experiencia. Como he comentado en alguna de mis intervenciones en ese foro, el terreno todavía no está maduro para el cambio… Y a nivel político, se sigue mirando a cuestiones que, aunque importantes (reparto de oportunidades, servicio sociales, gestión equitativa de recursos…), no enfocan el visor hacia los puntos más interesantes para propiciar un cambio social: contemplar a los seres humanos como un todo e integrado en la propia sustancia del planeta en el que vivimos.
El viernes pasado, San Miguel de Aralar visitó mi pueblo. No es una alucinación, no. Se trata de una tradición el que dicha imagen recorra anualmente la geografía navarra. El sacerdote que acompaña a la imagen no tiene desperdicio. Su presencia física y su hablar tosco, recio, cercano, campechano, integrado en las gentes del lugar, nos podría trasladar unos cuantos siglos atrás…
Un «curioso» ritual repetido por el capellán os podéis imaginar el número de veces a lo largo del calendario anual, en el que se rezan oraciones en el atrio de la iglesia del lugar orientados todos presentes (capellán, parroquianos, y los portadores del relicario de San Miguel y la cruz parroquial) a los cuatro signos cardinales, con el beso de recibimiento y despedida entre la figura del arcángel y la cruz procesional del sitio visitado, y la posterior bendición a los campos del lugar, hacen de este evento algo digno de presenciar.
Salud para ti y los tuyos.