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Hace unos días, una persona de Madrid con la que tengo un vinculo profesional envió al teléfono de la consulta un mensaje de WhatsApp que me pareció muy interesante.
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Parece que no hay forma de escaparse de este tema de la pandemia por coronavirus. No es mi intención ser cansino en la reiteración pero no tengo más remedio que ahondar en ello, dado el curso que va teniendo la historia.
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Es incuestionable que, al vivir, estamos recorriendo un camino. Lo que tampoco me cuestiono es la casi total desubicación de las personas al deambular por este camino.
Imagen de Syaibatul Hamdi en Pixabay
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Un ser humano libre se caracteriza (o debería caracterizarse) por, entre otras cosas, su capacidad de cuestionarse todo. Otra cosa bien distinta es la credibilidad de esos pensamientos y hacia dónde se derive su implicación, por el hecho de plantearse esos contenidos.
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
Toco hoy un tema escabroso. A nadie le gusta afrontar el tema de la muerte, y menos cuando se trasluce con claridad y de forma insistente a través de las pantallas de televisión y en todos los medios de comunicación por todo el mundo.
Imagen de Michael Knoll en Pixabay
¿Cómo va ese confinamiento? ¿Cómo utilizas tu tiempo?… Como tenemos tiempo para dar y prestar, también es posible que, ente otras cuestiones, nos planteemos qué está ocurriendo realmente en el mundo en estos momentos y el porqué y para qué de esta gran crisis mundial que estamos viviendo como protagonistas pasivos.
Poco a poco, vamos a ir viendo cómo nos adaptamos a la nueva situación de obligado confinamiento. Siempre puede haber cosas que nunca teníamos tiempo para hacer o que ni siquiera se nos había ocurrido…
Cuando funcionamos “en automático”, habitualmente no nos da la vida para plantearnos una serie de cosas que, como consecuencia directa, se van amontonando y desapareciendo de la superficie de ese fondo de saco tan glotón y efímero que es nuestra memoria.
Desde ahora os aviso de que no me voy a poner pesado con este “monotema” del coronavirus. No obstante, si en algún momento hay algo necesario de comentar sobre la situación generada, volveré a la palestra.
Como sabéis, hace pocas fechas, el litoral mediterráneo ha sido sacudido por una borrasca llamada “Gloria”. Ha sido devastadora en muchos lugares. En mi lugar de residencia, Peñíscola, también.