(imagen tomada de aquí)
Estamos en vísperas de un hecho que, aunque habitual cada ciertos años, no llega a movilizar a la población europea: las elecciones al Parlamento Europeo.
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Estamos en vísperas de un hecho que, aunque habitual cada ciertos años, no llega a movilizar a la población europea: las elecciones al Parlamento Europeo.
Como podéis observar, en la cabecera de este blog he colocado un banner en el que se lee la palabra “Equo” varias veces. Los que me habéis leído en alguna otra entrada sabéis que en mi última época estoy dando energía a un proyecto de construcción social que se está reorganizando en España.
Bueno, pues…, ¡¡ya está!! Todo llega y todo pasa. Aunque a alguien le haya escocido un poco el evento, ahora de lo que se trata es de mirar un poco hacia atrás, observar lo vivido, los propios hechos (tozudamente realistas, aunque todavía me sorprenden algunos políticos en sus valoraciones a los medios después de una clara derrota), y mirar hacia adelante para aprovechar la experiencia de lo sucedido.
Queda en mi memoria aquella frase que no ubico en el tiempo, ni sé en qué escenario se produjo en mis recuerdos, pero que ha salido a colación por el desenfreno de actividades en las que estoy metido (¿imbuido?). La frase en cuestión era: “¡¡qué dura es la vida del artista!!”