(Imagen tomada de aquí)
Cada vez es más evidente (al menos, yo lo veo así) la necesidad de “educar” a nuestros hijos… de otra manera muy distinta a la que nos han educado a nosotros. Y en la base real de esta idea está la necesidad de desaprender lo que nos han imbuido en nuestras mentes sobre lo que es correcto y lo que no es correcto.
La forma de educar más generalizada en la actualidad tiene que ver, también según mi entender, con una época ya pasada: la Era Industrial. En aquel entonces, desde las clases dirigentes, hubo la necesidad de organizar la sociedad en dos grandes grupos: los que estaban destinados a dirigir el cotarro y los que aportaban su esfuerzo físico de cara a alcanzar la mayor producción posible.
Del sistema educativo salieron, pues, dos tipos de personas: los directivos y técnicos (en general, los niños que superaban exitosamente los escalones de la educación reglada) y la mano de obra sin gran cualificación (los que simplemente recibían nociones básicas y salían al mercado laboral a los 12 ó 14 años).
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Con el paso del tiempo, el avance de la técnica, la aparición de la informática y la información al alcance de cualquiera, el modelo de la sociedad ha variado sustancialmente: existe una mayor necesidad de cualificación para hacer frente a la técnica, y ha aparecido una gran bolsa de “fracasados” (en España más del 30% no acaban sus estudios obligatorios básicos).
A la vez, desde el plano médico o sanitario, vemos la aparición cada vez más numerosa de niños “problemáticos” que rápidamente se les cataloga con etiquetas horrorosas tipo SDAH (Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad), trastornos de tipo autista…, con la consiguiente imposición de tratamientos “mutiladores”…
Y es que los niños que están viniendo al mundo durante estas décadas son niños muy especiales, con unas herramientas muy distintas a las que trajimos nosotros. Son niños con un potencial de cambio tremendo, con una creatividad a espuertas, con una necesidad de libertad, de movimiento…, sin par.
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Unas criaturas que van a poder con un sistema sólidamente estructurado como el que tenemos…, ¿cómo tenderá a comportarse de manera natural? Pues serán movidos, inquietos, “moscas cojoneras” para el profesor de turno.
Y para este tipo de niños, que son los que van a posibilitar un cambio de sistema, un cambio de paradigma, es vital otro tipo de “educación”, un modelo que no mutile sus capacidades innovadoras.
De cara a potenciar las características natales de los críos, existen, nada más y nada menos que desde comienzos del siglo XX, una serie de tendencias pedagógicas que dejan que sean los propios críos quienes recorran, a su propio ritmo, el camino de la adquisición de herramientas para sacar lo mejor de sí mismos, para que aprendan a manejarse ante la vida.
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Montessori, Waldorf, Summerhill…, fueron la vanguardia de todo un entender la educación como algo liberador de potencialidades y no como un yugo esclavizador con consecuencias castrantes para toda la vida. En este momento, existen muchas inciativas más que buscan las mismas pretensiones; y entre ellas, está “Tximeleta”, mi escuela (no porque sea mía sino porque es la escuela a la que llevo a mi hija pequeña).
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Si seguís este blog, ya sabréis que hemos cumplido 10 años. Y, dentro de los actos conmemorativos del hecho, recientemente ha tenido lugar una mesa redonda en la Universidad Pública de Navarra a través de la invitación de Reyes Berruezo Albéniz, catedrática del Departamento de Psicología y Pedagogía de dicha Universidad.
Os dejo aquí abajo el vídeo de la mesa redonda.
Y para acabar la entrada, aquí os dejo también un INFORME SOBRE LA EDUCACION ALTERNATIVA EN FRANCIA, un texto (para leerlo utilizad la aplicación LibreOffice), que nuestra compañera Helena ha tenido la deferencia de traducir (muchas gracias, Helena), en el que se hace referencia a un posible y cercano cambio de idea de “escuela” que se está produciendo en Francia. Como veréis, están mirando la realidad de las escuelas alternativas para ver si tienen la brillante idea de fijarse en sus bases de cara a la mejor “educación” de la infancia…
¿Por aquí se habrán enterado de algo así?
Salud para ti y los tuyos.