Una de las temáticas que más veo en consulta es la derivada de duelos sin cerrar de forma adecuada.

La manera en la que surge mi sospecha de que hay algo en la persona que tengo delante que sintoniza con este tipo de cosa es variopinta: pérdida de energía, tristeza o sensación depresiva continuadas; también hay personas que están enfadadas con la vida, con una alta susceptibilidad a la reacción colérica, personas sin motivación ante la vida, incapacidad de disfrutar o sacarle provecho a la vida…

Estas despedidas no bien realizadas pueden estar relacionadas con muertes de personas del entorno familiar o social del consultante, y será en la conversación de la primera visita cuando todo esto se aclarará como desencadenante último de su cuadro.

Pero también hay espacio para otro tipo de sucesos en los que la persona puede no ser en absoluto consciente de su existencia: dramas por muerte en su sistema familiar (consecuencia de guerras, asesinatos, muertes vergonzantes y ocultadas…) y el “diagnóstico estrella”: la posibilidad de que la persona haya sido engendrada en el vientre materno junto a otro embrión que duró muy poco, a lo más unos días o semanas, y que muriera antes de que nadie se diera cuenta de su existencia, ni médicos ni la propia madre…

Las muertes en el sistema familiar las detecto en consulta al realizar sobre la marcha un esquema de árbol genealógico, y pedirle a la persona que lo vaya rellenando con tranquilidad en su casa. En cambio, para evidenciar la sospecha de un “gemelo perdido” (que así se les llama), suelo realizar una exploración en relajación profunda y llevarle a la persona al vientre de la madre para que sienta en propia carne las vivencias de los primeros compases de su gestación.

En mi experiencia profesional de muchos años de evolución, tanto la causa del padecimiento de la persona sea una u otra, estos cuadros se pueden manejar bien desde un trabajo individual en relajación sobre una camilla, así como a través de las Constelaciones Familiares.

Salud para ti y los tuyos.