Dolor de espalda y Psicosomática
(¿Dispones de 5 minutos para leer este texto?)
Hace un par de semanas me llegó un artículo de un diario digital cuyo titular decía que el dolor de espalda se ha convertido en la mayor causa de baja laboral en personas menores de 45 años.
Como ya es habitual en este blog, y como deferencia a las personas que prefieren escuchar a leer, voy a colgar a continuación el vídeo del texto
Hace año y medio también me referí a este tema. Lo puedes leer si clicas este enlace. No es que sea un tema de mal pronóstico, de vida o muerte, pero sí es un proceso que genera mucho dolor e impide que las personas vivan su vida habitual con normalidad.
En esta ocasión voy a complementar el contenido del mencionado texto con alguna otra información que pueda servir de pista a la hora de enfocar hacia el origen de un caso de dolor de espalda.
La explosión de estos casos se achacaba en el artículo al teletrabajo, al sedentarismo y al estrés de la vida. No voy a disentir de que el sedentarismo, con o sin teletrabajo, y vivir estresado puedan producir dolor de espalda… pero creo necesario concretar otra serie de cuestiones respecto a ese tipo de dolor.
Claro, la espalda es muy grande. Y para nada es lo mismo una sobrecarga en la zona inferior (lumbosacra), en la zona media (dorsal) que en la zona cervical, el cuello. Nuestro inconsciente nos muestra contenidos diferentes según qué parte del cuerpo proteste.
¿Quién es el mayor responsable de que duela la espalda, en cualquiera de sus zonas? No son las vértebras en sí mismas sino la presión que ejercen unas sobre otras, generando un posible desgaste irritativo en las carillas articulares de las mismas y también posiblemente el «pellizco» de las raíces nerviosas que salen de cada nivel intervertebral a lo largo de la columna vertebral.
Y, si tiramos de la cuerda, ¿quién es el responsable de que las vértebras estén más tensionadas, más prietas entre sí, incluso puedan ir desgastando, deshidratando los discos intervertebrales? Pues ni más ni menos que los músculos.
Tenemos musculatura en todos los niveles de la espalda. Existen fibras musculares que unen diversos niveles vertebrales, conectando dos, tres o más vértebras, incluso músculos más largos, todo ello con la finalidad de mantener la posición y propiciar cualquier movimiento del tronco vertebral.
Es el músculo un tipo de tejido que está estructuralmente preparado para sostener y retener la tensión, así como para soltarla con el movimiento. Siempre hay un equilibrio entre músculos que tiran de un lado y músculos que tiran de otro.
La cuestión «se pone interesante» cuando se genera un exceso de carga muscular (tensión) en un grupo muscular concreto, que no se afloja del todo en reposo, y se va acumulando poco a poco, sin que la persona lo pueda notar.
A partir de ahí, en esa situación de equilibrio tenso, cualquier mínimo esfuerzo, un agacharse, una nueva sobrecarga que en situación normal no habría producido ninguna anomalía, es capaz de hacer saltar las alarmas con el dolor consiguiente.
Hay personas que tienen ciertas predisposiciones a depositar en zonas concretas sus tensiones no bien gestionadas. Yo eso lo veo, con permiso de los escépticos y cientificistas, en las cartas astrales de esas personas.
Por ejemplo, las personas que tienen el signo de Tauro muy presente (por el Sol, el ascendente, por tener muchos planetas en ese signo o cuando Tauro domina el sector 6), es más fácil que sus tensiones tiendan a acumularse en sus cuellos.
Otro ejemplo: cuando el signo de Libra está muy presente en una carta astral (por tener el Sol, el ascendente, por tener muchos planetas en Libra o cuando este signo domina el sector 6), es mucho más fácil que las tensiones no bien gestionadas tiendan a acumularse en la zona lumbar.
Leo resuena con toda la columna vertebral, con todo el eje, Escorpio con la zona pélvica y sacro-cóccix…
Como podéis comprender, todos nosotros tenemos alguna predisposición en algún lado… pero no por ello tenemos por qué mantener sobrecargas y enfermar. Eso va a depender de diversos factores. Sí, entre ellos el sedentarismo, el sobrepeso, los sobreesfuerzos, los accidentes… pero, fundamentalmente, no gestionar adecuadamente nuestro vivir en el presente.
La Medicina Psicosomática nos ayuda a clarificar, partiendo de los síntomas que muestra la persona, qué tema es interesante explorar para que cada individuo pueda identificar el proceso acumulado en forma de tensión en su cuerpo y, a partir de ahí, ayudarle a construir una solución.
Tengo muy claro que en estos casos de dolor de espalda, el paso por un fisioterapeuta, quiropráctico u osteópata puede aliviar las tensiones acumuladas. Pero haremos poco, sólo aliviar momentáneamente el dolor y la impotencia funcional, si la persona no cambia en algo su manera de reaccionar ante la vida.
La salud y la enfermedad sólo dependen de cada uno. No hay que temer enfermar, aunque haya predisposiciones a ello (antes he dejado claro que todos las tenemos); y cuando enfermamos tenemos una oportunidad de darle sentido a ese proceso y revertirlo.
«Mens sana in corpore sano». ¡¡Qué gran verdad la de ese aforismo de Junio Juvenal!!, si traducimos ese «mens» como los aspectos no tangibles del ser humano: la mente pensante, nuestro espíritu, la capacidad de sentir emociones. En resumidas cuentas, nuestra actitud frente a la vida.
Ya se acabó el darle crédito a ese mensaje heredado de que «la vida es un valle de lágrimas» y cosas por el estilo. Vamos a abrirnos a la vida, a disfrutarla, a aprovechar las oportunidades de mostrar nuestros talentos, cada uno los suyos.
Ya basta de intentar ser seres homogeneizados, un batiburrillo descafeinado de seres humanos al servicio de quienes dirigen el cotarro secularmente, mirando a la vida con miedo de que nos venga encima la siguiente pandemia.
¿Te apuntas a ser el único protagonista de tu vida y atreverte a mostrarte tal y como has venido a ser?, ¿a tomar las riendas de tu vida y no tener que depositar las cargas en tu espalda?
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Salud para ti y los tuyos
Hola Silvano,
Otra vez un post muy interesante de abordar. También los aspectos atrológicos de tauro y la estabilidad (espalda).
No he encontrado nada en el blog sobre Quirón, maestro sanador que fue herido infligiéndole un dolor insoportable e insuperable, por lo que su situación en la carta marca nuestra herida más profunda (física o psíquica). Lo interesante es que fue descubierto en 1977, estando en tauro, por donde ha transitado entre 6 y 8 años, marcando a toda una generación. Desde entonces se le suele incluir en las cartas.
Sería una entrada super interesante!! 🙂 Ahí lo dejo, por si le ves recorrido.
Saludos!!
Hola, Óscar.
Muchas gracias por compartir tu comentario en esta casa que es la tuya.
Es curioso lo que escribes sobre Quirón, el sanador herido, pues apenas le miro en las cartas astrales de las personas que me consultan. Ya creo que te dije en algún intercambio de mensajes que no me tengo por un profesional de la Astrología sino que me considero un médico que, entre otras herramientas, utiliza dicha disciplina.
En ni caso concreto, tengo aspectos de tensión con este asteroide (Plutón en oposición y Júpiter en cuadratura). Mucho trabajo interior por delante…
Salud para ti y los tuyos.
Eskerrikasko, Silvano, y Feliz Año Nuevo desde Sevilla:-)
Hola, Carmela.
Berdin desde Etxarri.
Salud para ti y los tuyos.