(imagen tomada de aquí)

De entre las enseñanzas de Bert Hellinger, la persona que ha alentado las Constelaciones Familiares y les ha dado su forma actual, sus bases fundamentales son lo que él mismo denomina “las Leyes (o los Órdenes) del Amor”: el Orden, la Pertenencia y la Compensación.

El cumplimiento de estas leyes garantiza la armonía en nuestras vidas y facilita el que todo fluya adecuadamente.

En esta entrada voy a transcribir el texto que Genoveva Ros i Bodí (facilitadora de Constelaciones Familiares) ha colgado en su página de Facebook. El contenido del mismo se refiere al Orden, la primera de las leyes del Amor.

“Algo es Ley cuando ocurre siempre, sin excepciones.

Según Bert Hellinger, las tres leyes del Amor son: el Orden, la Pertenencia y la Compensación.

Hoy voy a escribir sobre la importancia del Orden en nuestra vida.

Cada uno de nosotros tiene un Orden, un lugar, ocupamos una plaza; y, en nuestra familia, lo marca el momento de nuestro nacimiento.

Los padres siempre están antes que nosotros. Ellos son los grandes. Con los hermanos sucede igual: el que nace antes, queda en primer lugar. El mayor cuida del pequeño; y éste, por ello, honra y respeta al mayor.

Cuando en el marco familiar ocupamos nuestro lugar adecuado, la vida es fácil y fluye. Cuando no es así, cuando nos sentimos mayores que nuestros padres o que nuestros hermanos mayores, nos mantenemos en desorden, y eso genera dificultades en la vida.

Cuando estamos en desorden es interesante preguntarse: ¿en lugar de quién estoy?, ¿a quién estoy suplantando?, ¿de quién es la vida que estoy viviendo?

Sólo cuando permanecemos en nuestro sitio, cuando ocupamos nuestro lugar, es cuando la vida se permite fluir a través nuestra.”

Salud para ti y los tuyos.