Energía Nuclear
Pues ahora toca hablar de Energía Nuclear.
Y es que se trata de un medio bastante “más barato” de conseguir energía que los otros sistemas “tradicionales” basados en la combustión de derivados del petróleo, carbón… El asunto es meramente económico. En ese término “barato” no se contemplan más cuestiones que la diferencia entre costes y producto final.
Aprovechar la energía calorífica que desprende la fisión (ruptura) de unos elementos muy inestables (los radiactivos) es “más rentable y más limpio” que los métodos derivados de la combustión (gran contaminación atmosférica directa). Entonces, ¿qué inconveniente tiene la Energía Nuclear?
Se me ocurren rápidamente dos: que esa aparente “limpieza” de una Central Nuclear genera una cantidad de residuos radiactivos que, todavía a estas alturas (y llevamos con el tema nuclear desde la década de los 50, cuando se inauguró la primera central nuclear en Gran Bretaña), no sabemos qué hacer con ellos, dado que pueden persistir cientos, miles de años… ¿Qué envoltorio, qué vasija, es capaz de durar tanto tiempo? ¿Que territorios darían su permiso para enterrar o alojar semejante peligro?
Yo sería el primero en negarme y oponer todas mis fuerzas para que una cosa así se asentara en mi tierra. “Es que eres un egoísta, te sirves de la electricidad y luego no quieres colaborar en el proceso que la genera”. Es un buen argumento pero, ante la disyuntiva, prefiero alumbrarme con velas (y no es que tengamos que volver a las cavernas sino dedicar más esfuerzo inversor a la investigación en otras fuentes de energía, teniendo la suficiente voluntad política de hacerlo).
Y hete aquí, y da pie para mostrar mi segundo argumento en contra de lo nuclear, que una calamidad natural (terremoto con el tsunami consiguiente) ha generado un “chandrío” tan importante que ha sobrepasado las posibilidades de seguridad de la central de marras y ahora no sabemos (porque el poder sopesa mucho qué información sacar a la luz pública y la graduación en dar la información) en qué circunstancias están los reactores de la misma.
Se sabe que ha habido explosiones, que los generadores de gasoil no han funcionado, con lo que la temperatura y presión de los reactores está subiendo…, que hay (necesariamente) fugas radiactivas (si han querido quitar presión a los reactores para evitar sus explosiones), que se han desalojado 30 km alrededor de la central, que en Tokio ( a 250 km de la central) han llegado partículas radiactivas, que Rusia ha observado cómo se está notando la radiación, aunque dicen que a niveles no preocupantes, en la República del Lejano Oriente, que tras las explosiones e incendios es más que real el daño estructural en algún reactor… (Rtve).
En estos días, estamos asistiendo a reacciones en cadena: En Alemania se está por revisar la seguridad de sus centrales (se ha suspendido temporalmente la renovación de las centrales actuales) y por dar finiquito a las que no lleguen a dar la talla, sobre todo atendiendo a su longevidad… El presidente francés, Sarkozy, se resiste a replantear su apuesta por la vía nuclear aunque sus vecinos Alemania y Suiza han bloqueado varios temas nucleares. El G8 se ha visto incapaz de tomar en consideración el tema dado que no ha sabido incluso dar una magen unida ante el tema de Libia… Ahora Sarkozy pretende llevar la cuestión nuclear a la próxima reunión del G20.
Los “expertos” (aquí, aquí, aquí, aquí, aquí…) inundan las cadenas de radio, las tertulias en los medios…, contándonos, en general, las buenaventuras de lo nuclear: energía segura, barata y limpia. Es habitual que salgan a la palestra con una etiqueta de profesional, o sea, independiente, cuando todo está tremendamente polarizado. ¿Quién es independiente en un tema así? La mayor parte de estos enlaces los he sacado de Nación Red.
Los profesionales que se atreven a dudar de las bonanzas de lo nuclear son tachados inmediatamente de “herejes”, “activistas”, “ecologistas”, cuando lo que corresponde en estos momentos es ver el problema en toda su magnitud y buscar la vía más adecuada, no la menos mala (el mal menor), aunque ésta pudiera ser una vía transitoria… Aquí tienes la oportunidad de leer a uno de ellos.
Cuando salen a relucir noticias sobre el efecto de las radiaciones, alguna vez me viene la imagen de Fraga bañándose en las aguas de Palomares (hoy en día los EE.UU., tras haber transcurrido un porrón de años, aún están por recoger 6.000 metros cúbicos de tierra contaminada…).
Durante estos días me han llegado mensajes de una asociación que, de vez en cuando, organiza jornadas de oración para que Prevalezca la Paz en la Tierra, y generalmente, suele haber sintonía con algún monasterio japonés. Sería bueno que nos pudiéramos sintonizar en estos momentos con el pueblo japonés y esa parte del planeta Tierra que está sufriendo las consecuencias de un uso peligroso de la tecnología (y con este último comentario no pretendo ser demagogo, pues tenemos la obligación moral de buscar otro tipo de fuentes de energía que no generen ningún peligro para el ser humano ni para el planeta).
Desde la Coordinadora Verde y su plataforma política Ecolo, ya el domingo se difundió un comunicado expresando el rechazo y la preocupación por las noticias que iban llegando desde Fukushima. También Equo (la Fundación creada por el ex-presidente de Greenpeace, Juan López de Uralde), Ecologistas en Acción, Greenpeace… han expresado su opinión al respecto. Se piden, lógicamente, moratorias, cambios en el discurso energético…
Salud para ti y los tuyos.