De primeras, al estar trabajando en un grupo (Ecolo-Verdes de Navarra/Nafarroako Berdeak) que se fue creando como estructura en plena precampaña, al ser unas pocas personas las que nos decidimos a poner este movimiento en marcha, nos hemos ido encontrando con problemas muy claros por falta de infraestructura, al no tener ninguna persona “liberada”, ni contar con un local fijo para reuniones (gracias al párroco de Orkoien, un pueblecico al lado de Pamplona, hemos utilizado y estamos utilizando una sala que amablemente nos deja) , dejar material, tener un punto de referencia para otras personas…

La siguiente cosa fue caer en cuenta del gasto tan descomunal que supone la campaña electoral para un partido político. Bueno, ya que ha salido la palabra “partido”, voy a hacer un inciso: mi pareja me espetó un día que me comprendía pero no compartía que ésta (la mía) fuera una manera efectiva de cambiar las cosas; es más, se hacía cruces del derroche de energía que estaba haciendo en este tema…

Y, además, decía que la propia palabra “partido” ya dejaba entrever que el juego político no es algo eficaz para labrar un mundo nuevo, tal como lo queremos para el futuro, sino “más de lo mismo”. Yo ya había caído también en esta franca contradicción entre lo que significa “partido” y lo que creemos es necesario conseguir: la unidad de los seres humanos. Por eso, voy a intentar prescindir de la palabrita y elegir denominarlo como “movimiento o grupo político”. No es que el hábito haga al monje, pero creo que las palabras tienen un significado sagrado y que crean o favorecen efectos por sí mismas.

Como iba diciendo, llegamos a darnos cuenta de las necesidades de inversión en la campaña cuando nos planteamos mostrarnos en la calle a través de carteles, trípticos, chapas… La Junta Electoral nos concedió creo que tres marquesinas de urbano en Pamplona y 12 farolas para poder colgar carteles. Todavía se oyen los residuos de la risa cuando nos llegó el presupuesto de la empresa que en Pamplona se dedica a realizar ese trabajo.

Para estas dos semanas de alquiler de las estructuras de sujeción de los carteles y los mismos carteles, la cifra a costear era algo más de 170€ + IVA. En total, algo más de 2000€ + IVA, cuando en total, en nuestras maltrechas cuentas, teníamos el montante de 800€ para toda la campaña, obtenidos por las cuotas que habíamos aportado los componentes del grupo…

La pregunta que se nos planteó era: ¿cuánto se gastan los grupos políticos mayoritarios en unas elecciones? Además de lo ya mencionado, sus camionetas itinerantes, los servicios alquilados de propaganda, los envíos de propaganda escrita a cada persona del censo electoral con las papeletas incluidas… Ahora bien, el Estado, o sea, tod@s nosotr@s, sufragamos a los partidos que sacan escaños con una pequeña cantidad por voto conseguido… ¿Y qué pasa con las organizaciones minoritarias? ¿Por qué no tienen igual derecho? O todos los grupos o ninguno, ¿no?

Estamos en España en la cultura del despilfarro. Ayer mismo abrí, para las cuatro personas con derecho a voto censadas en la propia casa, los sobres con propaganda electoral, generando una basura de papel exagerada. Yo, en lugar de devolver dinero a los grupos políticos, les multaría por emplear semejante cantidad de recursos inútilmente. Ya me gustaría saber a cuánto asciende el montante de este dispendio…

Puestos a comentar, deciros que ayer me estrené en una presentación pública de Verdes de Navarra / Nafarroako Berdeak. Me tocó hablar sobre Salud y Bienestar Social, aunque lo veo también totalmente relacionado con Educación: depende de cómo eduquemos a nuestr@s hij@s, serán personas sanas o enfermas, autónom@s o dependientes.

Si satisfacemos las necesidades básicas del ser humano (alimento, agua, un lugar digno donde vivir, necesidades afectivas, relaciones personales sanas, conocimiento…), no hay lugar para la enfermedad. Eso lo he comprobado diariamente en mi trabajo en consulta a lo largo de mi vida profesional.

El martes próximo, día 17 de Mayo, en la presentación que tendrá lugar a las 19h en el Colegio Público “los Sauces” en Barañáin, una localidad periférica de Pamplona, tendremos la suerte de contar con un peso pesado del medioambientalismo estatal: Alejandro Sánchez.

Alejandro Sánchez ha sido el director ejecutivo de la asociación más veterana de España (SEO/Birdlife) durante casi 20 años. En fechas recientes dejó su puesto para unirse a Juantxo López de Uralde (ex-director de Greenpeace España) en su plan de lanzar una nueva marca, EQUO, al “coctail” verde español, con vocación de ser punto de reunión del espectro verde y lanzar al público en las elecciones estatales esta opción como “la única opción Verde”.


En la actualidad, la Coordinadora Verde, conglomerado donde se dice que estamos el 80% del movimiento verde español (Verdes de Navarra/Nafarroako Berdeak, por ejemplo, forma parte de este colectivo), está en conversaciones para realizar una integración con el patronato EQUO.

Se está preparando, pues, la salida a nivel estatal de la gran alternativa Verde…, pero ahora lo que toca es dejarse ver y ofrecer propuestas con sentido común de cara a estas próximas elecciones. Desde aquí os invito a leer nuestros programas (el programa marco y el local para Navarra), estéis donde estéis, viváis donde viváis; y si tenéis ocasión de votar algún grupo Verde, apoyadlo. Creo sinceramente que, de todas las opciones factibles, es la única con futuro.

En otros países europeos con más recorrido Verde, ya son una opción de gobierno en algunas zonas… Sé que en España la cosa aún no vibra en esta onda (aunque en esta campaña todas las formaciones en liza, al menos en Navarra, abogan con alguna cosilla que, rápidamente, pintan de verde), pero todo se andará. Sé que estamos sembrando una semilla y que, cuando llegue el momento, germinará.