La Herencia de una Ministra

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Entiendo como herencia o legado lo que un difunto suele dejar (bienes, propiedades, usufructos…) a los que quedan atrás, vivitos y coleando.

Como ya es habitual en este blog, y como deferencia a las personas que prefieren escuchar a leer, voy a colgar a continuación el vídeo del texto.

Aquí me voy a referir a lo que una persona pública nos va a dejar como legado. No es un familiar directo de cada uno de los españoles pero sí que ha sido la persona responsable de regir los destinos de todos nosotros desde las decisiones e indecisiones que le tocó vivir durante estos tres años en el terreno de la salud pública.

La ministra Darias se nos va… Ya ha dejado su impronta en la salud de los españoles y, a partir de ahora, va a luchar para regir el ayuntamiento de Las Palmas. Y se va… «a lo grande».

Es curioso que lea esta noticia después de haber escrito mi último texto con el título: «Por favor, ¡¡váyanse lejos… muy lejos!!». Claro que no me voy a arrogar la causalidad de su decisión. Sería muy petulante por mi parte.

Me resulta curioso que su salida pueda ser vivida con una especie de «regalo preelectoral» al anunciar que deja como herencia el calendario vacunal más extenso de la historia española. Y gratis…

¿Gratis? Pues, de eso nada.

Puede resultar gratis ahora para el bolsillo de la población temerosa, aquélla presta a inocular a sus hijos todo tipo de antígenos, no vaya a ser que esos niños tengan que enfrentar su sistema inmune al germen de turno…

Para el resto de los contribuyentes, sin embargo, ese desembolso va a ser una sangría más en una situación económica, la de nuestro país, que debería llevar a nuestros gestores hacia la reorganización y redistribución racional de recursos más que a generar nuevos gastos superfluos. Esto es para hacérselo mirar.

Pues nada. La señora Darias se va a ir dejándonos en el calendario vacunal los siguientes regalitos:

• Vacuna contra el Meningococo B. Una vacuna cuya distribución, hasta ahora, era desigual en las diferentes comunidades autónomas. En unas era dispensada por el sistema público de salud y en otras se debía comprar particularmente en la farmacia. A partir de ahora, sea o no necesaria (¿cuántas criaturas se ven afectadas por esta patología?), va a resultar gratis en todo el estado español. ¿Gratis? A unos 100€ por cada vacuna, o sea, tras tres dosis, unos 300€ «del ala» por criatura.
• Vacuna contra la Gripe para bebés de 6 meses hasta los cinco años. ¿Cuántos y qué bebés fallecen por esta enfermedad? Pues a gastar 37€ por vacuna.
• Vacuna contra el Virus del papiloma humano para varones de 12 años. Es que, claro, no vaya a ser que los chicos se sientan discriminados y, por eso de la igualdad de género, tan de moda en estos momentos, también hay que ponerles la vacuna/timo del papiloma. A unos 120€ por dosis, y debe aplicarse en tres dosis… Es decir, otros 365€ «del ala» como media. Si la propaganda/gancho en el caso de las niñas fue la vacuna frente al cáncer de útero (burda mentira), ¿qué excusa van a utilizar para convencer a los padres de los niños varones?
• Vacuna contra el Herpes zóster para mayores de 65 años. Una patología que sale a relucir cuando el sistema inmune de las personas se viene un poco abajo por multitud de circunstancias. Se inocula en una o dos dosis, con un precio medio de unos 150€. Y digo yo: ¿No se podrían hacer campañas para reforzar la inmunidad de las personas mayores en lugar de dilapidar semejante cantidad de dinero público?

¿Quién da más?

Una pregunta tonta: ¿el hecho de vacunar más genera más salud? La respuesta clara y rotunda es que no. Ahí tenemos a la población norteamericana, que es la que más gasta en salud pública, vacunas incluidas, y que está bastante abajo en el índice de salud mundial.

En 2019, EEUU ocupaba el segundo puesto en gasto sanitario per cápita y el nº 53 en esperanza de vida (78 años). En 2020, la esperanza de vida en EEUU es de 77 años (el nº 68 en la lista). No tenemos los resultados de estos últimos años… pero serán de asustar. He leído por ahí que la esperanza de vida del norteamericano medio ha descendido en tres años en esta temporada de sacudida pandémica.

En España, en la tabla de 2019, estamos en el puesto nº 43 en cuanto a gasto sanitario y en el puesto 16 en cuanto a esperanza de vida (83 años).

¡¡¿Para qué acercarnos al modelo estadounidense?!!

Me lo pregunto con la certeza de que no nos debemos acercar a la dinámica de un país lleno de temor y de tecnología frente a la enfermedad.

No he visto gráficas actuales de los datos que he aportado (los he visto en forma de tablas). La última gráfica, que pongo a continuación, es de 2016, y creo que es muy visible la «salida de tono» de los EEUU. Es un país enfermo y, a la vez, puntero en tecnología sanitaria.

Más vacunas y tecnología sanitaria no es sinónimo de mayor eficiencia a la hora de conseguir un mejor estado de salud en la población. Aunque sea un regalo de despedida de una ministra a costa del bolsillo del contribuyente.

Ahora, vienen mis dudas: ¿quién la sustituirá?, ¿la hará buena a ésta que se nos va?

Veremos…

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Salud para ti y los tuyos