Los Secretos

Comparte esta entrada

LOS SECRETOS(imagen tomada de aquí)

De forma coloquial, todos sabemos qué queremos decir cuando hablamos de “secretos”: algo que se esconde, que se guarda, que no se comparte con nadie. Ésa es su esencia.

También, todos conocemos a personas que se comportan de manera distinta cuando se topan con un secreto, con algún contenido de información que se supone no deben compartir o airear. Existen personas a las que no les cuesta nada mantenerse en silencio; en cambio, hay otros que no pueden aguantarse y lo van a divulgar en cuando tengan la primera oportunidad de hacerlo…

A lo que ahora me voy a referir en esta entrada es a aquello que ha llegado a nosotros que, incluso, desconocemos de su existencia, y cuya vía de inserción en nosotros es la propia familia.

Dedicar esta entrada a los secretos familiares no es gratuito, pues se debe al efecto que, identificado y relacionado con ello (o no), vemos en nuestras vidas con cierta frecuencia. Recientemente, me ha tocado este tema a mí mismo y me lo estoy trabajando.

SECRETOS FAMILIARES

(imagen tomada de aquí)

¿Cómo puedo identificar que estoy sujeto a las influencias de un secreto familiar? Las formas de presentación de esta situación son diversas, pero voy a describir un pequeño muestrario de ellas: dificultades de comunicación, disfunciones frecuentes en laringe (disfonías, nódulos…) o enfermedades más potentes del mismo tejido (hasta cáncer), retenciones de todo tipo (de heces, de líquidos…), comportamientos apocados, timidez, hablar excesivamente suave…

Cada persona vamos a mostrar de diferente forma la existencia de un secreto familiar, y va a ser según nuestras propias predisposiciones individuales, y eso lo podemos ver en la Carta Astral, con las resonancias que hay en cada uno con las diversas partes y funciones corporales.

Está claro que no todas las personas dentro de una familia van a resonar con este tipo de tema, el secreto, ni es un proceso que exista en todas las familias; pero, tenerlo en cuenta, muchas veces nos da pista para la solución de un problema que nos fastidia desde hace tiempo y no vemos otro tipo de causalidad.

¿Y de qué cosas, de qué tipo de temas estamos hablando? Para responder a esa pregunta, sólo hace falta darse cuenta de qué tipo de situación podría llegar a ser algo que generara la vergüenza suficiente para mostrarlo públicamente; y, que conste, estamos hablando de sucesos ocurridos en tiempos pasados, de varias generaciones atrás.

SECRETO SEXUAL(imagen tomada de aquí)

Si reflexionamos un poco sobre la realidad humana, vemos que las diversas situaciones relacionadas con la sexualidad (violaciones, abusos, incestos…) y el dinero (robos, herencias problemáticas e injustas…) suelen copar los primeros puestos de este “hit parade”, pero aderezan esta lista las muertes fuera de sitio y lugar (asesinatos, niños muertos, abortos…), hijos con defectos físicos o psíquicos, locuras, o cualquier tipo de tragedia que ahora mismo no se me ocurra y que no mencione.

En la medida en que, a través del síntoma que nos afecte, tiramos del hilo de nuestro árbol genealógico (si nos hemos puesto a construirlo, claro, cosa que estimulo por su gran utilidad) para ver con quién estamos en relación por vía ancestral y las informaciones que podamos sacar de nuestra familia, podemos llegar a identificar el o los secretos familiares.

ÁRBOL GENEALÓGICOCon otro tipo de herramientas como, por ejemplo, las Constelaciones Familiares (de Bert Hellinger), descubrimos y ponemos en paz, quitamos la tensión que quedó en el Sistema Familiar (nuestro clan) en aquellas posibles situaciones, que se transmitió en herencia; y favorecemos que la persona que, actualmente, está siendo afectada (sin saberlo) por dicho problema, resuelva su situación a día de hoy, volviendo poco a poco a una función normal en los síntomas antes mencionados.

Muchas veces, al trabajar los secretos familiares, éstos salen a relucir y se ven claramente, pero hay otras situaciones en las que no se llegan a vislumbrar sus contenidos con tanta nitidez… En estas situaciones, no hay necesidad de hacerlo, respetando el secreto en sí mismo pero desinflando su carga de tensión.

Realmente, lo que nos interesa a nosotros en este tipo de trabajo de investigación es la desactivación del conflicto, no la mera satisfacción de nuestra curiosidad morbosa sobre las cuestiones que nuestros ancestros ocultaron por sus vergonzosos motivos…

Salud para ti y los tuyos


Comparte esta entrada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.