Mi más Enérgica Protesta

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En estos días pasados he leído noticias que me han hecho constatar la realidad social en que vivimos en este país (España), en la Comunidad internacional en la que estamos alojados (Europa), y la situación planetaria en general, inserta en un Sistema Solar presionado por una banda de fotones en el recorrido de nuestro Sistema hacia el plano central de nuestra Galaxia (la Vía Láctea).


Parto de la situación de crisis motivada por la gran nevada sufrida en Cataluña.Tras ya casi una semana desde la nevada, todavía miles de hogares (sobre todo en Girona) permanecen sin electricidad, con lo que eso supone en nuestra realidad cotidiana, totalmente dependiente de esta fuente de energía. Intentad hacer un ejercicio de “imaginación” poniéndoos en una situación similar, en la que deje de funcionar todo lo que tenga que ver con la electricidad… Para ponernos más fácilmente en el papel, echad un ojo a este artículo del ABC digital (creo que es un diario poco dado a noticias “raras”)


De la Comunidad Europea llegan campanadas de muerte… En fechas recientes, el señor Barroso (Presidente de la Comisión Europea) junto al Comisario de Salud, John Dalli (es para reírse si no fuera motivo de llorar), aprovechando un recoveco administrativo, han aprobado una directiva sin pasar por la discusión con todos los Comisarios, por la que se autoriza el desarrollo (cultivo) de tres especies transgénicas de maíz, algodón transgénico y patata transgénica con un gen resistente a antibióticos. Atención al comentario aclaratorio y tranquilizador: sólo es autorizado el uso industrial… y el destino a piensos animales…, como si los humanos no comiéramos los derivados alimenticios de los animales que criamos.


Más peligroso si cabe, en tanto en cuanto, como ya he repetido en alguna otra entrada de este blog referida a los transgénicos, no existe la obligación (por normativa legal) de incluir la información de que un producto alimenticio procede de animales alimentados con piensos transgénicos. Los habitantes de esta zona del mundo tan desarrollada, tan moderna, tan “guay”, estamos siendo intoxicados sin saberlo… Increíble pero cierto. (Evidentemente, en otras partes más desfavorecidas en el escandaloso e injusto “reparto” de los productos de la Tierra, la situación es mucho más peligrosa).

Otra noticia reciente, calentita, es la aprobación por parte de la Comisión Europea de la utilización de alúmina activada (leéis bien) para el tratamiento de las aguas minerales antes de su envase, con la finalidad de limpiar los fluoruros de aguas que en este momento no pueden ser destinadas al embotellado para consumo humano. Es bien conocido el efecto tóxico producido por el Aluminio. Se le relaciona con efectos neurotóxicos (Alzheimer…), miositis… De todas maneras, surge de nuevo la voz tranquilizadora del Gran Hermano que nos comunica que la inclusión de restos de Aluminio en el agua embotellada “será tan baja como sea posible técnicamente, de acuerdo con las buenas práctica, y no supondrá ningún riesgo para la salud pública”… Increíble pero cierto.


A partir de estas informaciones, creo que los habitantes de este mundo de locos debemos “ponernos las pilas” y aumentar la necesidad de autoabastecernos o de extremar la selección de productos alimenticios que consumimos (los alimentos ecológicos son, hoy día, los únicos de los que nos podemos fiar) para alcanzar un estado de salud suficiente que nos permita construir el mundo que queremos, sin tener que estar sometidos al mundo mortecino que nos están preparando, unas veces de forma sibilina, otras descaradamente.


Es necesario que intercambiemos informaciones, que comentemos con las personas de nuestros círculos de relación (familia, amistades, compañeros de trabajo…) qué es lo que está pasando a nuestro alrededor, para que cada vez haya más personas con la suficiente consciencia e ir exigiendo cambios en la dirección por la que vamos.

Salud para ti y los tuyos.


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