Hace unos días, en la sobremesa de una cena al aire libre con unos vecinos (ventajas de vivir en un pueblico) se constató cómo dos de los hijos presentes, ambos de tipo Manifestador (según la terminología de Diseño Humano), no paraban de hablar entre sí en voz alta.

Al siguiente día, también en el mismo tipo de escena nocturna, uno de los txikis protagonistas anteriores insistía e insistía, llamando a su padre, pregunta sobre pregunta, inquiriendo sin piedad, con insistencia e intensidad su atención.

Todo esto generó entre los adultos presentes el comentario de que sería bueno grabar estas escenas para podérselas enseñar cuando fueran mayores…

Al salir esta idea a relucir, a bote pronto, otro de los vecinos recordó un vídeo cortito que le envié hace tiempo en el que se mostraba la relación entre padres e hijos en diferentes momentos temporales.

El vídeo en cuestión me vino a la mente de inmediato, no sólo porque mi mente es una gran receptora de información, sino también porque fue un vídeo que, en aquel momento, me movió la sensibilidad. Ahora, lo he rescatado de la red y me apetece volverlo a mostrar.

Y como coincide que hace un par de días se ha estrenado una película-documental muy interesante sobre la Educación de nuestros hijos, aunque dura dos horas y media (yo todavía no la he visto por completo), ahí os la dejo colgada para que la podéis ver en cualquier momentico (je-je).

Salud para ti y los tuyos.