Sanación
Aunque la mayor parte de vosotr@s podéis ya saber a qué me dedico profesionalmente (en mi perfil podéis leer Médico / Sanador / Facilitador) y cuáles son mis intereses (colaborar en el despertar del ser humano), voy a explicar un poco más detenidamente el aspecto más práctico de todo esto en mi consulta diaria.
Cuando viene una persona por primera vez a mi consulta (sea por el tema que sea: un síntoma físico, un dolor emocional, dudas existenciales), le propongo construir la base de un proceso, el de su autoconocimiento. Para la construcción de esta base sólo son necesarias 2 ó 3 visitas.
La continuación o no en este proceso, más allá de estas visitas iniciales, ya sólo depende de la propia persona, pues considero imprescindible lograr que cada ser humano se haga plenamente responsable de su estado de salud o de enfermedad… Mi opinión personal es que a todos nos vendría muy bien un punto de reajuste, un pase por el taller, un mantenimiento, de vez en cuando.
Es habitual ver cómo los terapeutas al uso (y yo también lo hacía anteriormente) son los que deciden acompañar en el viaje de las personas, arrogándose la facultad de decidir cuándo citar o ver a las personas en una nueva consulta. Esto es verdaderamente real en las consultas con psicólogos o psicoanalistas de diversas orientaciones. En la práctica, considero que están apropiándose de la facultad del individuo a elegir el punto y la frecuencia en que considere necesario ese acompañamiento…
Tras este inciso aclaratorio, decir que el proceso de Sanación comienza en el mismo instante en el que una persona llama por teléfono o decide acudir a consulta. Ya se establece una interacción entre el Sistema energético de la persona y su proceso de Sanación, de reequilibrio. Pues es eso de lo que se trata, precisamente: instaurar un punto de mayor equilibrio en los diferentes planos de la persona (cuerpo físico, cuerpo etérico o energético, cuerpo emocional, cuerpo mental y los diversos cuerpos más sutiles: cuerpo causal, espirituales…) y entre los diferentes planos mencionados.
Ya en consulta, tras una breve entrevista de acogida, la persona se tumba en un cómodo sofá en una posición prácticamente horizontal, y se dispone a recibir la Sanación. Durante aproximadamente 30 minutos, se realiza una interacción energética entre mi Sistema energético y el de la persona tumbada. En ese tiempo, la persona debe estar atenta a lo que vaya sucediendo, intentando mantenerse en una actitud de escucha permisiva con cualquier realidad que se le dé vivir (tanto venga agradable, extraña o incluso desagradable).
¿Qué es lo que se desencadena? Pues que el propio Sistema energético de la persona comienza a “moverse”, a “decir” cosas, a través de sensaciones, percepciones de cualquier catadura (movimientos viscerales, tics, hormigueos, oleajes de energía, luces de colores, sensaciones emocionales, imágenes…). Yo no sé hacia dónde va a “dirigirse” el proceso de Sanación, pues es el propio Sistema energético de la persona quien determina sus prioridades y va a mostrar la realidad que necesita ser identificada (por la persona) y él mismo va a reconducirla hacia una posición de mayor equilibrio. Siempre sucede de la misma manera… La consecuencia de este proceso es, sin duda alguna, un estado de mayor bienestar.
Una vez finalizado el momento de la Sanación (la fase del sillón, quiero decir), le pido a la persona que describa aquellas sensaciones que le hayan llamado la atención y quiera compartir. No se trata de analizar lo percibido sino, simplemente, de hacerlo consciente.
A continuación, para ayudarle a la persona, para que posea más información sobre sí mism@ de cara a cuando, en su vida cotidiana, le toca tomar decisiones, actuar, elegir…, le doy una serie de informaciones sobre las herramientas que posee, a través de la Carta Astral y el Diseño Humano.
Esto son sólo datos que la persona debe escuchar (cuanto más atent@ mejor) pero no se le pide que tenga fe ciega, que crea como dogma de fe, en aquello que se le va diciendo. Se le indica a la persona que sea luego él/ella mism@ quien explore abiertamente con esas herramientas hasta que pueda comprobar, por sí mism@, la validez de tales informaciones. Sólo deben tomarse, en un principio, como meros puntos de referencia a la hora de vivir, hasta que la persona comienza a gestar su propia sabiduría en lo cotidiano.
Un primer encuentro dura entre 2 horas y media y 3 horas, dado que se expone el Diseño Humano de la persona ampliamente, como si fuera un escaparate. Los siguientes encuentros duran alrededor de hora y media. Si la persona decide en algún otro momento hacer uso de la consulta, ya la información la dirijo hacia el contenido de su Carta Astral, para ver en qué escenario de la vida de la persona es necesario que enfoque su atención: allí veremos qué arquetipos de energía planetaria comienzan a bailar…, y veremos, a la luz de su Diseño Humano (ya, al menos, teóricamente asimilado) cómo sería la mejor manera de vivir ese movimiento planetario.
Hay personas que están interesadas en recibir sólo este segundo aspecto de las visitas, el enfoque de las herramientas en su vida (la descripción de su Diseño Humano), y para ello he organizado una manera de establecer contacto vía blog-correo electrónico, y a través de un servidor de internet, le envío por correo electrónico un enlace a un archivo sonoro en el que describo la herramienta de la persona. Así, la persona interesada puede descargarlo en su ordenador y oírlo todas las veces que lo desee.
En una siguiente entrada, describiré el fenómeno de la Reconexión.
Salud para ti y los tuyos.