El tema del espectro de radiofrecuencias a más de un@ le sonará como a cosas de fantasmas (por lo de espectro), astronáutica o similares. En cambio, si hablamos de teléfonos inalámbricos, de internet por wifi, teléfonos móviles (o celulares), la cosa cambia dado que, por ejemplo, en España, en Mayo de 2010 había (según el informe de la propia CMT, ver más abajo) más de 54 millones de unidades dadas de alta en telefonía móvil (cuando no llegamos a los 47 millones de habitantes, contando niños y abueletes), y día sí día también, las operadores nos fustigan (vía telefónica o a través de correo electrónico-spam) con las mejores ofertas para nuestro ADSL-con-router-wifi-gratuito…
Cada vez es más de dominio público el debate entre opiniones contrapuestas respecto al tema. Por un lado, las operadoras de telefonía móvil con toda su estructura lobby (en castellano, cabildeo, comecocos…) detrás, delante y por todos los costados; por otro, asociaciones de afectados (ASANACEM, AVAATE, ¡ANTENA NO!-GETXO…) y gente sensibilizada en el tema, en una lucha desigual en medios, optan por informar a la población sobre los riesgos del crecimiento sin control de este mundo invisible de las ondas, de su ocupación y uso como transportador de información, sin la debida precaución a medio-largo plazo sobre la salud del ser humano.
Y es aquí donde se halla la dificultad. Para las operadoras, el negocio es tan grande (calculad 54 millones de teléfonos móviles por un consumo medio de 30 € mensuales, pues ya en 2004 era de 29,2 €: unos 1500 millones de €, aunque se nos dice desde instancias oficiales que esta cifra se consume en un trimestre, no cada mes) que no resulta rentable escuchar las voces de algunos científicos que, de manera independiente, muestran los riesgos que se están viendo en la población de los países que llevan más tiempo utilizando estas tecnologías por onda.
El Parlamento Europeo, en un acuerdo tomado el 2 de Abril de 2009 reconoce cuestiones respecto a la posibilidad de efectos de los campos electromagnéticos sobre los sistemas biológicos y llama a la precaución en diversas aplicaciones prácticas. Hay disponibles en la red un buen montón de estudios que ligan enfermedades al factor radiofrecuencia, electromagnetismo… Bio Iniciative, meta análisis del Prof. Levi, el discutido y sospechoso Estudio Interphone,…
En Europa, recientemente se ha escrito sobre el grado de concienciación de la población en el tema de los Campos Electromagnéticos, y se dice que hay un nivel de inquietud en alrededor del 33-35 % de la población en lo que respecta a las antenas de telefonía móvil y líneas de alta tensión, respectivamente. En cambio, hay un declive importante en el conocimiento de los encuestados sobre las fuentes de Campos Electromagnéticos. El 58 % de los encuestados cree que las autoridades públicas no hacen lo suficiente para protegerles de sus riesgos potenciales sobre su salud.
Paralelamente, van viéndose sentencias judiciales que amparan el principio de precaución respecto a los Campos Electromagnéticos, permitiendo que los ayuntamientos puedan regular distancias e intensidades de emisión a antenas de telefonía móvil. El sentido común, poco a poco, va prevaleciendo frente al ansia de lucro de la Industria.
Podría escribir sobre el proyecto escuela 2.0 y la invasión de los centros educativos por los perniciosos efectos del Wifi sobre la salud de nuestr@s hij@s…, y sobre otras cuestiones de actualidad, como la electrosensibilidad (fenómeno cada vez más frecuente en el mundo “desarrollado”) pero ya hay información suficiente en la red como para que los lectores interesados encuentren datos fiables, no sometidos a los intereses del ámbito de las operadoras.
Salud para ti y los tuyos.