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En el trabajo diario, uno de los temas que suelo encontrarme en la consulta con cierta frecuencia, es el de los amores difíciles, también llamados desórdenes amorosos.
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En el trabajo diario, uno de los temas que suelo encontrarme en la consulta con cierta frecuencia, es el de los amores difíciles, también llamados desórdenes amorosos.
En esta ocasión, recojo unos párrafos que Genoveva Ros i Bodí ha escrito respecto a un tema en el que suele haber creencias muy sólidas, y que, de forma automática, nos generan unas bases desde las que nos colocamos en la vida repitiendo patrones aprendidos…
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Acabo de leer un párrafo que ha sido publicado por una compañera de “Tendencia Vital” (gracias, Dannys, por compartirlo) y me ha encantado. Resume las sensaciones profundas que un hombre puede vivenciar en relación a su pareja del alma.
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Interesante binomio de palabras, dar y recibir. Aunque en la vida real, parece que es más fácil esperar a que nos den que el dar uno mismo algo propio, no es tan claro que en todos los casos, en la práctica, este asunto se viva así.
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De entre las enseñanzas de Bert Hellinger, la persona que ha alentado las Constelaciones Familiares y les ha dado su forma actual, sus bases fundamentales son lo que él mismo denomina “las Leyes (o los Órdenes) del Amor”: el Orden, la Pertenencia y la Compensación.
Una vez que se van recolectando los datos correspondientes a los nacimientos y defunciones de los componentes de mi familia y los vamos colocando en el árbol genealógico de la manera que vimos en la anterior entrada, ahora viene lo más interesante…
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Etxalar es un bello pueblo del Norte de Navarra. Un entorno húmedo, verde (sobre todo tras esta primavera tan lluviosa) que ha albergado durante el pasado fin de semana y hasta el miércoles 26 un Curso residencial de Descodificación Psicobiológica a cargo del Dr. Salomón Sellam.
Ya he recibido la primera felicitación navideña (de hecho, ya he recibido varias). Esta primera felicitación ha venido con el motivo visual que veis en la cabecera de esta entrada. Es una composición escultórica realizada por mi amiga Mª Cruz (gracias por estar ahí y por tu gentileza al permitirme utilizarla).
Ayer viví una experiencia interesante. Fue un Taller de Constelaciones Familiares (ya he escrito en otra entrada sobre otra experiencia muy interesante vivida en otro Taller, y en este enlace podéis leer un resumen sobre qué es eso de Constelaciones Familiares). Hasta ahí, nada extraordinario, pues son muchos los Talleres a los que he acudido anteriormente. Lo novedoso era que la facilitadora del Taller era mi pareja.
La pasada semana, durante un Taller de Constelaciones Familiares, tuve el honor de ser el representante del planeta Tierra en una Constelación en la que participaron otras cuatro personas que representaban a cuatro grupos diferentes de seres humanos (sin especificar), así como la Abundancia, la Crisis, el Pasado y lo Nuevo (ya no me acuerdo si había algún otro “personaje”).