(imagen tomada de aquí)
Es constante, repetitiva, las lecturas en los textos de evolución personal sobre el fluir de la vida. En este escrito voy a volcar lo que Constelaciones Familiares dice sobre el tema en cuestión.
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Es constante, repetitiva, las lecturas en los textos de evolución personal sobre el fluir de la vida. En este escrito voy a volcar lo que Constelaciones Familiares dice sobre el tema en cuestión.
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Hace unos días fue mi cumpleaños, y he constatado (una vez más) la importancia que tiene en nuestras vidas el movimiento de los astros. En esta ocasión, la vivencia tuvo dos protagonistas: el Sol y la Luna.
En esta ocasión, recojo unos párrafos que Genoveva Ros i Bodí ha escrito respecto a un tema en el que suele haber creencias muy sólidas, y que, de forma automática, nos generan unas bases desde las que nos colocamos en la vida repitiendo patrones aprendidos…
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Hablar de incesto, para la mayoría de las personas, es retrotraernos a épocas antiguas; pero lo que no se conoce es que, en la actualidad, sigue siendo uno de los sucesos más frecuentes en las relaciones humanas…
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De entre las enseñanzas de Bert Hellinger, la persona que ha alentado las Constelaciones Familiares y les ha dado su forma actual, sus bases fundamentales son lo que él mismo denomina “las Leyes (o los Órdenes) del Amor”: el Orden, la Pertenencia y la Compensación.
Aunque ya este título lo he usado en otra ocasión en este blog, y con la misma imagen de portada, lo repito porque el tema da mucho de sí… De hecho, mis andanzas con el inconsciente suponen el 100% de mi tiempo de trabajo profesional, y un porcentaje bastante menor (por desgracia) en mi vida privada.
Una vez que se van recolectando los datos correspondientes a los nacimientos y defunciones de los componentes de mi familia y los vamos colocando en el árbol genealógico de la manera que vimos en la anterior entrada, ahora viene lo más interesante…
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Aun con el Sol acompañándonos como fiel compañero, tras el paréntesis del periodo estival, vuelve a comenzar un nuevo curso escolar.